Pokemon: Lejos de Casa

Capítulo LXI

Todos habíamos terminado de almorzar una gran cantidad de bayas y frutas, que los Shiftry nos habían suministrado. Mis pokemon estaban satisfechos y recuperados luego de su combate contra Zygarde, quien, descansaba sobre mi cabeza tras haberme dado una larga y extensa explicación sobre los tipos de energía, y también después de disculparse con Pink por el exceso de fuerza que uso para detener el ataque que iba a usar.

Baty y Pink reposaban sobre la cama a mis espaldas. Lek y Fire parecían hablar entre ellos, a una distancia moderada de la puerta. Praga por otro lado estaba sentado a mi lado, recostando su espalda del borde de la cama al igual que yo. Todos estábamos en diversas actividades, esperando que Marshadow volviera a aparecer, tras irse a la copa del árbol hueco sobre nuestras cabezas a meditar.

"Son la una de la tarde... éste día sigue igual de lento que los días cuando no podía moverme. Esto es horrible, parece como si el tiempo se moviera más lento... bueno creo que también la larga y tediosa explicación que dio Zygarde alargó la mañana más de lo normal. Fue bastante informativo conocer todo eso acerca de la energía y la esencia que cubre a todos y todas las dimensiones. Aún es impresionante que existan infinidad de mundos... me costaría creerlo si estuviera en Hoenn pero, como he viajado a otro planeta en una realidad diferente, veo que las cosas son ciertas...  Hoy es veinticinco de abril, por lo que en ocho días cumpliré ocho meses en esta región, en esta realidad. Me pregunto las cosas que estarán haciendo mis padres para encontrarme...", mis pensamientos se vieron interrumpidos por un zarandeo de Pink y Baty en la cama de la que me recostaba.

─¡Estoy descansando! ─grito Zygarde─ ¡Relájense! ¡Luego de dar esa explicación y comer, lo que deseo es descansar en calma!

El tono de enojo del pokemon sobre mi cabeza, hizo que Baty y Pink se dejarán de mover en la cama, y que Fire y Lek dejarán de conversar unos segundos.

─Praga, por favor, traeme mi mochila ─dije cuando el ambiente volvió a la normalidad.

Levantándose del suelo, el pokemon tierra - fantasma se dirigió hacia la mochila que estaba en una esquina del árbol, cubierta por varias hojas caídas. No tardó en darme la mochila tras haber retirado las hojas.

─Bien, revisemos mi inventario para saber y coordinar mis movimientos de ahora en adelante. Debido a que no puedo ir a ningún pueblo o ciudad por la guerra y ser buscado por los militares y cargos gubernamentales, debo asegurarme de tener lo suficiente para durar unos días, sin necesidad de pedir ayuda a Marshadow.

Con esas palabras comencé a sacar todo lo que tenía en la mochila, para su conteo y orden.

Después de tener todos los objetos en el piso y la mochila vacía aun lado, comencé a ordenar todo en los diversos compartimientos.

─El desorden en la mochila hacia que se viera más abultada, como si tuviera bastantes cosas pero resulta que no es así ─dije mientras veia los objetos esparcidos en el suelo─. La chaqueta deportiva azul, los dos pares de medias blancas, dos antiparalizadores, tres antídotos, dos cura total, cinco pociones, las tres pokeball, las dos latas de comida, las dos botellas de agua ─tome la caja donde hacia tiempo guardaba las megapiedras y la mega pulsera─... y la caja de mis padres ─la abrí lentamente y un brillo azul y rojo fue lo primero en verse─, que ahora usaré para resguardar los fragmentos de los prismas.

─¿Estás seguro de mantener ambos fragmentos juntos? ─preguntó Zygarde.

─Bueno prefiero no molestar más a Marshadow o a ti con cuidar los fragmentos. Lo que si me gustaría es tu ayuda con, disipar la energía que desprenden ambos fragmentos para, evitar llamar la atención de pokemon y otras personas ─no termine de abrir la caja cuando ya la había cerrado.