Caminó un par de cuadras hasta llegar a un parque, se adentró en este, buscando una cafetería en la que quedarse un rato para despejarse un poco. Cuando la encontró, se sentó en una mesita de afuera. La mesera llegó minutos después, tomando su pedido y adentrándose nuevamente en el local.
Respiró hondo y tiró su cabeza hacia atrás, admirando el cielo gris, del que probablemente más tarde caerían gotas. Se quedó unos minutos así, cuando de repente Jimin se le vino a la mente. Le dolió el momento en que se le aferró a la chaqueta, cuando su padre lo esperaba abajo de la escuela de baile. Jimin le transmitía su dolor: en cada lágrima, gesto, palabra, expresión. De alguna forma estaba conectado a él, algo así como las almas gemelas.
No pudo aguantar más, por lo que de su chaqueta sacó un paquete de cigarrillos a medio terminar y un encendedor. Encendió uno con desespero, dándole la primera calada como si de eso dependiera su vida. Sintió como el humo penetraba sus pulmones, volviéndolo a dañar.
La mesera llegó con el café, dejándolo sobre la mesa. Yoongi le sonrío como agradecimiento antes de que la muchacha se retirara nuevamente. Al terminar con su cigarro, se enderezó para poder endulzar a gusto su café. Si Jimin hubiese estado ahí, lo habría regañado por utilizar tanto azúcar ya que eso era bastante dañino y bla, bla, bla...
Sonrió al recordar eso, negando con su cabeza divertido mientras tomaba un sorbo de café. Sin embargo, la sonrisa se borró cuando un mal presentimiento lo invadió. Su corazón latía desesperado, como si algo malo estuviera pasando o por pasar.
Lamentablemente, otro cigarrillo terminó en su boca, gracias a la preocupación que sintió. Decidió sacar su teléfono del bolsillo, revisándolo por si no tenía una notificación, pero como no había nada, lo dejó sobre la mesa. Y mientras que terminaba su cigarro, no despegó la mirada del aparato.
Luego de un rato, ya había terminado su café y el cenicero estaba al tope. Dejó el dinero junto a la propina sobre la mesa y se fue caminando por el parque.
Fue en ese entonces, cuando recibió una llamada de un número desconocido. Se preguntó si debía o no contestar, de seguro era alguien que se había equivocado, pero de todas formas contestó.
—¿Hola?— preguntó. Escuchó unos sollozos y unos gritos lejanos, que lo alarmaron.
—¡S-señor Min!— gritó una señora desesperada.
—¿Quién habla? ¿Q-que son esos gritos?— preguntó, angustiándose cada vez más.
—Soy Nora, la empleada del señor Park...— habló rápidamente, sin darle tiempo a Yoongi de responder —D-dios mío...— sollozó nuevamente.
—Nora, ¿q-que ocurre?— su voz tembló, mientras su sangre se helaba.
—Es Jimin...— Yoongi dejó de caminar
—El señor Park lo golpeó y ahora... ¡Dios mío! ¡Está tirado en el piso! ¡N-no contesta! S-su rostro es-esta todo ensangrentado y a penas respira. La ambulancia no tarda en llegar. ¡Venga rápido por favor!Cuando la llamada finalizó, Yoongi no lograba salir de su transe. Se imaginó miles de escenarios posibles de Jimin tirado en el piso debajo de un charco de sangre, su rostro molido, inconsciente o tal vez muerto. Las lagrimas comenzaron a caer, tan rápido como sus piernas corrían hacia la casa de su novio. Corrió lo más rápido que podía, sintiendo cómo su corazón se estrujaba en cuanto más avanzaba. Por poco lo atropellan un par de veces, pero le importaba una mierda, aún así iría a ver a Jimin.
Llegó al lugar en diez minutos. Entró al hogar sin previo aviso, adentrándose hacia la pequeña sala de recepción y el pasillo, desesperado buscando el cuerpo de su novio. A penas escuchó el llanto de las empleadas, corrió hacia la sala principal, donde no encontró nada más que sangre, el clavel rojo pisoteado y el suéter que le había prestado horas antes. Una de las empleadas estaba hecha un mar de lágrimas mientras limpiaba la sangre que quedaba con un trapo.
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You warm me up ✧ KookTae
FanfictionTaehyung no planeaba que Jungkook: un chico lindo, joven y con un piercing en la lengua, se iba a convertir en su profesor. Y tampoco tenía planeado sentir mariposas en su estómago cada vez que su profesor explicaba la materia en la pizarra. -¿Deber...