You warm me up ✧ KookTae

13

        —¿Debería castigarte por ello o solamente ignorarlo?

        Deberías besarme, pensó.

        —Deberías ignorarlo.

—Respuesta incorrecta.— dijo con la voz ronca. Taehyung lo miró confundido, pero cuando Jungkook se empezó a acercar amenazadoramente, por instinto retrocedió hasta chocar contra el muro. El azabache acorraló al menor, dejando unas escasas partículas que los separaba.

Su corazón latía desenfrenado y sus labios se secaron tal como un desierto, además la penetrante mirada y la cercanía de Jungkook no ayudaban en nada.

—¿E-entonces... q-que deberías hacer?— preguntó, sintiendo como el aire se le iba por completo cuando su profesor rió lascivamente.

—Castigarte...

Antes de que pudiese reaccionar, ya tenía a Jungkook comiéndole los labios. Se quedó quieto unos segundos, pero finalmente mandó todo a la mierda y le siguió el beso. Sus lenguas se enredaron tal como un mechón de pelo, y no había tiempo que perder, así que Jungkook alzó a Taehyung para que enrollara sus piernas en su cadera y sus manos en su cabello, jalando suavemente para darle sensualidad al beso.

Los fuertes brazos del mayor lo cargaron hasta la cama, donde lo depositó no tan delicadamente. Mientras tanto, Jungkook se sacó la playera, dejando a la vista su abdomen marcado. ¡Santo dios! A Taehyung se le caía la saliva por todas partes, incluyendo el momento en el que el azabache se posicionó entre sus piernas y acercó su boca al cuello ajeno. Ahí dejó varios besos y chupones, formando un camino hasta llegar al oído de Taehyung.

—Te has portado tan mal Taehyunggie... Te castigaré... te meteré mi polla hasta lo mas profundo de tu ser y te haré gritar mi nombre, te lo voy a hacer tan duro que no podrás asistir a clases durante una semana. Pero así aprenderás a que las tareas se hacen con anticipación... y no el mismo día, bombón.— justo después de terminar, dió una falsa embestida por sobre la tela, friccionando ambos miembros que ya estaban endurecidos. Un gemido salió por la boca de Taehyung a penas vió que Jungkook comenzaba a sacarse el pantalón, y justo cuando estaba por admirar aquella polla...

El castaño gruñó, tapándose las orejas con la almohada para evadir el sonido de la alarma. ¡Tenía que ser una jodida broma! Alzó su mano hasta la mesita de noche para agarrar su teléfono y apagar la ruidosa alarma. Cuando por fin hubo silencio quizo llorar. ¡La alarma había interrumpido su sueño con Jungkook! Ahora tendría que lidiar con el duro problema que tenía entre las piernas.

Lanzó la almohada que tenía el la cabeza por algún lugar de su habitación y tomó su teléfono. Cuando vió la hora, pensó que se desmallaría, al contrario, saltó de su cama y corrió a la ducha. No tenía tiempo para su erección, por lo que tendría que bañarse con agua fría para bajarla.

Se vistió como pudo y ni siquiera se tomó la molestia de desayunar, solamente corrió y corrió lo más rápido que pudo. Jungkook lo mataría, lo fusilaría, lo degollaría, lo follaría, esperen, eso ultimo no.

Cuando llegó al instituto, supo que el inspector no lo dejaría entrar ni aunque hubiese un apocalipsis zombie, así que usaría su plan B: saltar la reja de la cancha de atletismo que estaba en el patio trasero. No fue muy difícil entrar como otras veces, ya que no había ningún profesor a la vista.

Ya estando dentro, corrió lo más rápido que pudo, subió hasta el tercer piso y tocó la puerta de su salón. Al escuchar un "adelante", abrió la puerta con su mejor sonrisa, notando como sus compañeros se le quedaban mirando al igual que su profesor.