You warm me up ✧ KookTae

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         —¿Irás?— preguntó Taehyung mientras se quitaba los zapatos para meterse a la ducha.

        Uno de sus compañeros de nivel, había organizado una gran fiesta el día de hoy, como para tomar un respiro de los exámenes.

        —No lo sé...— bufó detrás de la línea.

        —Entiendo que estés cansado por el trabajo y todo, pero es solo para que te despejes un momento. ¡Es sábado, hyung!— trató de convencerlo —Además, no solo irá gente de la escuela, así que puedes llevar a tus amigos si quieres...

El pelinegro pareció pensarlo unos segundos —Esta bien, iré con mis amigos.— Taehyung celebró —Tengo que avisarles... Te veo en la fiesta, bombón.

—Adiós, Jungkookie...— se despidió con una sonrisa y colgó.

Taehyung dejó su teléfono sobre su cama y caminó hasta el baño. Se deshizo de su ropa, metiéndose a la ducha segundos después. Mientras el agua caliente recorría su cuerpo, no pudo evitar sonreír, ya que las cosas con Jungkook estaban tomando un buen camino. Además, esperaba con ansias el día en el que le pidiera ser su novio, porque no podía sentirse más feliz al lado del mayor. Era como si estuviese en las nubes.

        Cuando escuchó su teléfono sonar, maldijo por lo bajo, ya que significaba que Yoongi estaba por llegar. Abandonó la ducha con una toalla enrollada en su cadera y corrió hasta su teléfono.

        —¡Yoongi hyung!— saludó a penas contestó.

        —Estoy por llegar. ¿Estás listo?

        El castaño empezó a secarse con rapidez, para luego ponerse sus bóxers negros (negros obviamente por si pasaban cosas con Jungkook).

        —Más que listo. De hecho, llevo esperándote diez minutos.— mintió.

        —Tae, te conozco tan bien que no tengo que estar contigo para saber que acabas de salir de la ducha y te estás poniendo tus calzones.— espetó con gracia.

        —¿Acaso tienes una cámara escondida en alguna parte de mi habitación?

        El pelinegro soltó una risita nasal —Termina de vestirte rápido, llego en menos de diez minutos.

        Taehyung supuso que con eso había terminado la llamada, así que lanzó su teléfono sobre la cama y corrió hasta su armario. Tomó una camisa negra suelta y sus pantalones negros ajustados. Cuando estuvo vestido, se dirigió nuevamente hacia el baño para aplicarse desodorante y colonia. Abandonó la habitación y bajó las escaleras, sintiéndose fabuloso.

        Le avisó a Nini sobre su salida antes de caminar hasta la cocina. Tomó su querida botella de vodka que había dejado en la nevera horas atrás, para que estuviera bien frío.

        A penas escuchó la bocina del auto de Yoongi, se despidió de su abuela en voz alta y abandonó el hogar. Como la noche estaba fresca, no hubo la necesidad de salir con chaqueta. Así que se subió al auto de su mejor amigo, saludándolo en el proceso.

        —¿Te pusiste guapo para alguien en especial?— preguntó como broma, codeándolo mientras levantaba sus cejas.