You warm me up ✧ KookTae

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—Buenos días, Jungkookie. ¿Cómo amaneciste?— preguntó dulcemente el castaño.

—Buenos días, lindura. Tengo mucha pereza pero todo bien. ¿Y tú?— preguntó detrás de la línea antes de beber de su taza de café.

—Amanecí muy bien...— sonrió inconscientemente, ya que con tan solo hablar con Jungkook lo ponía de buen humor.

—¿Cómo está tu abuela? El otro día la noté... No lo sé... ¿Rara?

—Me dijo que ese día no había dormido muy bien. De todas formas le dije que fuera al médico por si acaso, pero se negó. Así que tendré que llevarla yo la próxima semana.

—Dile que se cuide de mi parte.

—Lo haré...— sonrió —Oye...

—¿Si?

—Llamaba para decirte que no iré a clases hasta la hora de almuerzo. Surgió algo en la empresa y tengo que ir.— espetó sin ánimos.

Jungkook puchereó —No te preocupes, te haré el examen otro día.— hubo un pequeño silencio —Oh, casi lo olvido. El profesor de educación física estará ausente, así que tienes dos horas libres después del almuerzo.

Los ojitos del castaño se iluminaron —En ese caso... ¿Te parece si almorzamos juntitos en algún lugar?

—Nada me gustaría más.

Taehyung sonrió sonrojado. Era la hora en la que Jungkook tomaba desayuno, y le encantaba que aún tenía la voz ronca.

—Entonces te veo ahí, guapo.

El pelinegro soltó una risita nasal —Que te vaya bien en el trabajo, amor... Te amo.

Su corazón latió con fuerza contra su pecho —También te amo.

Separó el teléfono de su oreja y colgó. Aún con una sonrisa en el rostro, Taehyung se puso de pie y tomó su bolso, para enseguida bajar hasta la primera planta. Entró a la cocina, encontrándose con su abuela bebiendo un té.

        —Nini, me voy. ¿Necesitas algo?— preguntó besando su frente.

        —No, cariño.— la viejita se quedó mirando a su nieto, mientras que este tomaba una manzana del frutero.

        —¿Y ahora que hice?— preguntó divertido por la atenta mirada de Nini.

        Ella rió —No es nada... Solo que... Estás tan grande y guapo. Tus padres estarían orgulloso del hombre en el que te haz convertido.— Taehyung sonrió débilmente. Se acercó a su abuela y la abrazó con cuidado —Anda, llegarás tarde.— palmeó su espalda.

        —Te quiero mucho, Nini.

        —También yo, cariño. Que te vaya bien.

        Taehyung besó su mejilla en forma de adiós. Minutos más tarde ya estaba en la avenida principal pidiendo un taxi que lo llevaría a su trabajo.