Teacher or apprentice? (Jackson Wang)

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Yo también

Narra Jackson

Lo único de lo que me lamenté ayer domingo, que mi hija se fuera con Callie, pues con mi esposa no fue nada lindo el convivir este fin, quería que se fuera a lo de su madre cuanto antes, aunque eso requiriese que Karin se marche con ella. 

Con mi hija hablamos en secreto, que no le dijera nada a su madre sobre que la maestra estuvo en el juego, ni mucho menos cuidando de ella, ya que las dos me alentaban muy alegres, a Callie no le tardaría en aflorar la desconfianza dentro y de seguro, se pondría a investigar.

Y aquí estaba yo, me vine un segundo del trabajo, estoy agradecido de no ser gerente ni de ningún puesto importante que requiera total atención, porque lo habría arruinado, de esta forma, siendo un empleado sin mucha significación, me doy una escapada para ir por cortos momentos a donde necesito, pero no es siempre, sé de mis propios límites.

¿Y en dónde estoy? Vine a buscar la tarea de Karin, esperando que sea la hora de salida de los niños para ser el último en entrar al aula, ya le avisé por mensaje a la linda maestra Beckett.

Al llegar la hora, por el timbre que retumbó en el patio, los padres entrando al recinto, bajé del auto siendo captado por las miradas habituales de algunas madres poco traviesas que siempre han puesto el ojo en mí desde que traje a Karin en primer año, ignorándolas a mi paso. Me aseguré y agradecí al cielo que el salón donde enseña sea el de al final del pasillo; al entrar cerré la puerta detrás de mí poniendo el seguro, para mi bendita suerte, y creo que en este día todo marcha a mi favor, ella yacía de espaldas a la puerta mirando un papel sobre el escritorio.

Es tan despistada.

Jackson- Hola maestra, llegó su alumno repetidor.- La envolví por la cintura.

Tara- Carcajeó- Está un poco viejo para seguir viniendo, ¿No le parece?

Jackson- No he aprendido el abecedario aún, podríamos empezar por la A, es la única letra que conozco.- Giré su cuerpo- Te extrañé.

Tara- Y yo.- La besé- ¿Cómo estás?

Jackson- Saqué una manzana roja brillante del bolsillo de mi enorme chaqueta- Bien, sé que los niños casi no hacen esto, pero me alegro de ser de la época que sí. 

Tara- Cogió la manzana- ¿Fuiste a un negocio de frutas solo para comprar una manzana?

Jackson- De hecho no me dio la cara, compré un kilo, y como no me gusta esa fruta te la daré a ti, tengo la bolsa en la camioneta.

Tara- No me vendría mal.

Jackson- Mi vista recorrió el salón hasta detenerse en la mujer de entre mis brazos- ¿Podría impartir una clase de educación sexual? Rápida ya que no dependemos de mucho tiempo.

Tara- ¿Estás demente? No, aquí no, podría venir alguien, la limpieza o directivos, incluso alguna madre.

Jackson- Puse el seguro en la puerta, me fijé de que ninguna persona rondara, por favor.