Teacher or apprentice? (Jackson Wang)

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La voluntad es una enorme llave

Narra Tara

La semana pasó lenta y dolorosa; una, extrañaba horrores a Jackson, dos, tener una enorme cortada y cocida en mi panza, sumado con que el bebé se vuelve a mover, da la sensación que se me va a abrir.

Pero eso es imposible dijo el médico, monitorearon al mini Wang y este responde bien a los resultados de la cirugía, no hay agua en su cabeza, no festejemos que aún no nace y para eso, me estoy desesperando. Por lo menos se asoman buenas y no malas noticias.

Jackson- Hola.- Entró al cuarto con la mano atrás de su espalda. 

Tara- Hola cariño.- Me dio un beso. 

Jackson- Te traje una rosa, no tenía dinero para un ramo, lo siento.- Me la entregó y rascó su nunca.

Tara- Es igual de válida o más que un ramo.- La olí- Gracias. 

Jackson- ¿Estás feliz que volvemos a casa?

Tara- Muy, Celine guardó mi ropa en el bolso. 

Jackson- ¿Cómo estás de la herida?

Tara- Bien, por suerte curamos diariamente y no se infectó. 

Jackson- Estaré al pendiente cuando estemos en casa, ¿Okay?

Tara- Sí.

Celine- Entró- Hola cuñado.- Se saludaron- Ya firmé los papeles para irnos de una vez. 

Tara- Me levanté con cuidado- No me acostumbro a esto.

Jackson- Toma mi brazo.- Me enredé en él. 

Celine- Eres miedosa, ¿Eh? El médico dice que puedes caminar normal, que no tengas miedo.

Tara- Le saqué la lengua- Tengo una abertura, y un pequeño adentro.- Rodó los ojos.

Nos dieron una silla de ruedas para que me llevaran a la camioneta por los pasillos de la clínica al auto, no quiero caminar tanto, tira todo el tiempo, la peor parte es ir al baño, y del número dos, se siente jodidamente el hacer fuerza, uno que otro dolor.

Jackson- Listo, ya pusimos el cinturón, ¿Te aprieta? 

Tara- No, no.- Reí- No soy un bebé.

Jackson- No, eres una muñeca.- Me dio un beso. 

Cerró la puerta y se entró a la camioneta ya que estoy en el asiento trasero, mi hermana en el del copiloto, es más cómodo el de atrás en estos momentos. Joder, si me ponía a pensar en las veces que lo hicimos en este asiento y cómo, me da una vergüenza interior que Dios me libre. 

Sra Beckett- Oh, mi niña.- Me recibió con un fuerte abrazo- ¿Cómo estás?

Tara- Bien, feliz. 

Celine- Mamá, recuerda que tienes que limpiarle la herida, ayudarla porque no puede sola, al menos dos o tres veces al día.