39.

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La Hatake abrió los ojos lentamente, no había dormido tan bien hace tiempo. Quiso levantarse pero cuando lo intento algo la jalo con fuerza de su estomago, descubrió la sabana y se encontró con un brazo sosteniendo su cintura, se coloreó enteramente, miró la habitación. Era la de Gaara, giro sin poder sacar la mano del pelirrojo quedando frente a frente con el, sentía que el corazón se le saldría del pecho. Se lo veía tan calmado y relajado, su rebelde cabello color fuego estaba desparramado por toda su cara, el delineado de sus ojos lucía precioso, pensó, su boca estaba entre abierta y soltaba suspiros constantemente. Ella lo miraba sin poder creer que al final se habían dormido juntos, No podía reaccionar ni moverse. El chico se movió un poco haciendo que ella se le detenga el corazón. El empujó más la mano que tenía en la espalda de ella haciendo que sus narices rozaran al igual que sus cuerpos. La chica abrió gigantemente sus ojos. En eso el comenzó a reír. Ella se volvió a sonrojar. Le dio un golpe en el pecho y este se quejó.

-¿¡Estabas despierto!?-abrió sus hermosos zafiros verdosos, mirando a la chica con una sonrisa de lado.

-Buen día, y si, ahora si. Sentí que te moviste y desperté-Ella se alejó un poco pero su mano de él lo impidió-No dormía así hace tiempo. -Ella aún no podía pensar ni reaccionar con claridad. Se refregó los ojos tratando recobrar conciencia. Sus sentidos despertaron al instante escuchando pasos fuera de la habitación.-¿Dormiste tu...-La chica le dijo que se callara, no estaba segura de lo que oía-¿estas b...-La chica puso la mano en su boca mientras se sentó al rededor de su cintura para que la viera completamente. Luego se dio cuenta del grave error que fue eso, se encontraba sobre las caderas del chico mientras este aún tenía la mano ceñida a su cintura de la Hatake. El se sonrojo pero se sentía bastante a gusto con la chica en esa posición. Ella ignoró la sensación y agudizó el oído. Alguien se acercó, se volvió a paralizar cuando tocaron la puerta. La chica se levantó a una velocidad alarmante, el pelirrojo la miró atento.

-Ve al baño.-Ella asintió corriendo hasta ahí encerrándose en silencio. La puerta se abrió por la falta de respuesta; era su hermana.

-Buenos días hermano, ¿todo en orden?-El chico asintió fingiendo tranquilidad. Había quedado bastante alborotado a causa de la castaña. Temari miró con preocupación a su hermano y se acercó a él. Puso la mano en su frente pensando que el tono rojo de su cara era por fiebre. Suspiró al darse cuenta de que no.

-Tranquila, estoy bien. Bajo en un segundo.

-Es raro que te hayas dormido hasta tarde, es raro que hayas dormido... se que es nuestro día libre pero veamos de hacer algo...-Hablo la chica pensativa, casi se tropieza por algo que sobresalía de debajo de la cama, lo miró con disimulo; las botas de Kamari. Abrió grandemente los ojos. No podía creerlo, quería empezar a reírse como loca y molestar a su hermano pero se lo trago.

-Si lo siento, me sentía muy cansado parece-Se sentó en la cama y miró hacia otro lado. La chica asintió.

-¿Has visto a Kamari?-El chico presto atención de repente-Es que fui a su habitación y no estaba.

-Ah, de seguro se debe estar bañando, si quieres yo voy por ella más tarde.-La chica sonrió.

-Claro... bueno, los veo abajo-La chica se dio la vuelta con una sonrisa maliciosa, una vez cerró la puerta corrió hasta Kankurō riendo.-No vas a creerlo.

Kamari se apoyo en la puerta un momento, no sabía si se había ido o solo había dejado de hablar, escuchó un toque en la puerta.

-Tranquila, ya se fue.-Ella abrió la puerta para salir de ahí. Seguía irremediablemente nerviosa, casi que podía seguir sintiendo el tacto caliente del chico en su cintura.-Deberías ir a cambiarte, Temari piensa que te estás bañando. Baja de que estés lista.-La chica asintió yendo hacia al puerta. Volteo hacia el chico, se acercó para dejarle un beso en la mejilla.

Lazos del destino;             Kakashi's daughter                    Gaara y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora