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El pelirrojo despertó estirándose alrededor de toda su cama o la mayoría ya que su novia estaba ahí. Desde que se habían vuelto novios que dormían juntos todas las noches. Incluso ella le ayudaba a trabajar ya que Kankurō que era su mano derecha aún no llegaba. Contemplo a la chica un momento. No podía imaginarse que la chica de la que estaba enamorado fue su primer todo... o bueno, su casi primer todo, algunas veces tenían besos subidos de tono pero normalmente ella los cortaba. Atrajo a la chica hacia el.

-Buen día-Abrió los ojos con lentitud y le sonrió.

-Buenos días, Kazekage-El chico rio, ya se había acostumbrado a sus recurrentes bromas. Se levantó de la cama y volcó para besarlo con amor.-Voy a bañarme y vamos a la torre.

-¿Te ayudo con eso?-Ella le sonrió.

-Creo que puedo sola, gracias.

-Báñate aquí entonces, no haré nada, lo prometo-Ella enarco una ceja y se encogió de hombros, de todas formas su ropa y demás se encontraban en el cuarto de el, ya que ahí paraba todo el tiempo. Se estiró un poco y entró al baño. El chico se quedó viendo el techo, se sentía demasiado afortunado de tenerla. De cierto modo egoísta estaba feliz de todos los sucesos que pasaron anteriormente ya que todo eso había llevado a lo que tenían ahora. Salió de la habitación hasta la cocina, hoy el haría el desayuno.
La chica enrolló una toalla encima de su busto Y abrió la puerta una vez estaba arreglada, el pelirrojo no estaba, se sentó en la cama comenzando a cambiarse, terminó con la cintura para abajo y se dispuso a ponerse su remera, la puerta se abrió sorprendiéndola, el se apoyó en el marco de la puerta mirando a la chica con deseo. se sonrojó viendo cómo el se acercaba con lentitud. Detuvo sus ojos en el sujetador de la chica. Vio como el sonrojo de ella bajaba hasta sus hombros, le besó los labios con cariño y deseo, ella no tardó en responder el la volvía loca, bajo hasta su mentón lentamente y luego hasta su cuello dejando un largo camino de besos, fue hasta su hombro mordiéndolo ligeramente y finalmente bajó a sus voluminosos pechos, besó por encima de sujetador y la piel que estos dejaban a la vista. Ella puso la cabeza hacia atrás disfrutando de las atenciones del pelirrojo. Le acarició su cabeza.

-Llegaremos tarde al trabajo, amor...-Gaara se detuvo y asintió, tenía razón. Le dio un último beso.

-Ve comiendo ya está listo todo.-Ella negó, le gustaba que comieran juntos-Bueno, no me tardo entonces.-Corrió hasta el baño y ella pudo terminar de vestirse, se vio en el espejo, tenía algunas marcas en el cuello que empezaban a volverse moradas, agradeció que su traje tuviera el cuello de la camiseta alto. Finalmente se vio al espejo, esa no era Hatake Kamari... no del todo. Tal vez era la Hatake Kamari de Sunagakure, pero la de Konohagakure se había perdido, no usaba su máscara de ANBU hace cuantos meses... la máscara de su padre la tenía guardada al igual que su antiguo uniforme... no vestía los colores de siempre sino colores de la arena. Pero no cambiaría lo que hizo por nada... finalmente había encontrado su lugar, se dejó el cabello suelto y rebelde. Además... ¿que indicio tenia de que konoha la apreciaría con el tiempo? No podía seguir pensando en eso. Salió de la habitación y al rato Gaara ya estaba ahí con ella, se sentaron a comer en la tranquilidad.

-Esta fantástico, gracias-El le sonrió.

-¿Todo en orden?-La chica asintió-Vamos Kam... te conozco-Ella suspiró.

-Es lo de siempre, temas sobre mi padre y eso...-Se sentía abrumada y con la horrible sensación de que algo malo había sucedido.-Ya no te preocupes-El hizo una mueca y la dejo tranquila, si no le decía a voluntad no le diría nunca, solo quedaba esperar.

(...)

-¡Kakashi! ¡Ve más lento! ¡Te lastimarás así!

-No me interesa en este momento.-Estaba a tan sólo algunos metros de Konoha, no pararía ahora.-Ya voy por ti Kamari... espera un poco más...-A pesar de los intentos de Guy no logro detenerlo. Trato de entender el dolor de su amigo pero simplemente no podía. Vio las puertas y fue aún más rápido, su corazón estaba frenético y acongojado. Tantos años ya la había dejado sola y seguía con estas cosas, los que supervisaban la puerta se asustaron por la velocidad del tipo sin reconocerlo, Guy tuvo que encargarse de explicar, corrió evitando a las personas y fue lo más rápido que pudo hasta su casa, entró buscando por todas partes.

Lazos del destino;             Kakashi's daughter                    Gaara y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora