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-¡Kamari! Debes detenerte hija.-hizo oídos sordos a su padre y siguió en lo suyo, no se rendiría le hizo una promesa a Gaara y esa sería la última vez que alguien la Salva. Llevaba entrenando semanas, poca comida, cero descanso. Solo entrenar. Su cuerpo empezaba a pasar factura de eso, su pierna había sanado lo cual fue de gran ayuda para que siguiera. Había practicado y mejorado cada uno de sus jutsus, Tsunade y su padre no volvería a decirle que le faltaba a pesar del dolor de sus músculos no iba a parar. Sasuke logró escapar, su padre de ella llegó ese día y claro, Tsunade le contó todo, el no se sentía nada decepcionado como su hija lo pensaba solo preocupado, decirle que no quería que fuera a misiones o ese tipo de cosas era para evitar que la lastimaran y si ella no hubiera logrado sanar a tiempo esa herida pudo haber perdido la pierna. Por suerte era una de las mejores ninjas médicos aún a su corta edad. A las afueras donde se encontraba gran cantidad de árboles practicó sus ataques, dando golpes certeros y destruyendo su objetivo. Había tratado con el millar de agujas muchas veces, aún no lograba dirigir sus agujas.

-No lo haré padre, demostrare que estoy lista.-El cansancio hasta hablar le impedía. Su padre se colocó al frente con su ceño fruncido.

-No se que intentas probar. Pero las técnicas que estas usando no servirán. Solo te harás daño-Admiró a su hija; totalmente empapada en sudor, rasguños en su cara, brazos y piernas, sus guantes agujereados en los nudillos y la sensación de que se desplomaría en cualquier momento.

-Muévete por favor. Debo seguir-Avanzó lento hasta el, Kakashi no se apartó, llegó hasta enfrente de el y apoyó la cabeza en su pecho-Es que quiero dejar de fallarles. Así que tengo que seguir... hasta que ya no pueda más...

-lo cual será muy pronto si sigues así.-La abrazo con fuerza ya que no se despegó de su pecho.-Cariño, no estoy decepcionado de ti. No tienes que probarme nada.-Susurró con poca fuerza hacia su padre:

-Te equívocas... para que me dejes hacer estas cosas tengo que probarte que puedo.-Su padre la miró apenado.

-No Es por que no sepa que puedes... es que no puedo perderte también.

-Deshacerse de mi no es tan fácil.-Rio con poca fuerza.

-Descansa un poco. Por favor-No le respondió así que la apartó un poco para encontrarse con ella dormida en su pecho-Siempre tan terca... eres igual a tu madre.-La cargo en brazos llevándola a su hogar, en el camino chocó contra Guy.

-¡Kakashi!

-Hola guy, ¿que tal todo?-Sonrió en respuesta. Miró con preocupación a su hija.

-¿Que sucedió? ¿Está bien?

-solo agotada, siente que tiene la obligación de superarme...-Guy se acercó al oído de ella y le dijo.

-No vivas ante la sombra de nadie, pequeña Hatake.-Sobo su cabeza-esta niña es valiente. Me recuerda a ti de niño. Arriesgó su vida para salvar a Lee o eso fue lo que dijo mi alumno.

-Tengo entendido que Gaara los salvo después de resultar herida-Guy asintió.

-Ese chico es muy unido a tu hija. ¿Hay algo?

-¿De que hablas?-Guy aguanto la risa ante la mirada celosa de Kakashi.

-Por favor, si se ve que son unidos o eso mostraron ese día-Guy palmeó su espalda y siguió su camino-Yo que tú y empezaría a considerar que se vuelva una monja...-El Hatake miró a su hija.

-Tal vez no sea mala idea.-Llegaron a casa y la puso en su habitación. En pocas horas sería de noche ya si ella decidía dormir de corrido sería bueno. La dejó en su cama y fue a la cocina para preparar ramen, algo que le levante las fuerzas.

Lazos del destino;             Kakashi's daughter                    Gaara y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora