-Bueno, considerando que Suna esta bastante bien, los crímenes han bajado drásticamente y por fin lo que era un aldea lento pero seguro se comienza a volver una metrópolis... es que... es gracias a ambos...-confesó uno de los consejeros hacia la pareja, con los años finalmente habían aceptado a ambos guardándoles gran respeto.
-Gracias por el reconocimiento pero no es neces...-El pelirrojo se vio interrumpido por la puerta que se abrió de golpe donde su pequeña pelirroja había entrado corriendo y riendo alegre. La madre de La Niña golpeó su frente.
-¡Kata!-Hizo oídos sordos y miró a todos en el consejo.
-¡Ebizō-baa!-Grito corriendo hasta el anciano que a pesar de los años aún seguía sirviendo a Suna y al consejo. El la recibió sobando su cabeza.
-Hola pequeñita, ¿que estás haciendo aquí?
-Es que la niñera Es aburrida...-Más al rato la mujer que se encargaba de cuidarla llego con rapidez y cansada hasta la sala.
-Gaara-sama... Kamari-sama... discúlpenme, me di la vuelta dos segundos y...-Gaara rio mirando a su esposa.
-Igual a su madre...-La castaña rio avergonzada. A pesar de ser clon del padre la pequeña era la viva esencia de su madre de joven.
-Kata-sama...-Llamó uno del consejo, La Niña se acercó hasta el y este le entregó un dulce.
-¡Chocolate! ¡Gracias!-Dijo muy feliz recibiéndolo y volvió a saltar por los alrededores de la habitación, todos en el consejo la miraban enternecidos, la niña al igual que su madre tenía la habilidad de ablandar el corazón de cualquiera... por muy duro que fuera.
Miró a la pared los cinco grandes tallados de piedra en el que su padre también estaba.-¡Papi!-Dijo mirando a su mentor y corriendo hasta el, no se resistió y la alzó para sentarla en sus piernas.
-Pequeña... estamos trabajando, acordamos que tú te quedarías con ella hasta que nosotros salgamos-Le dijo su padre con suavidad, La Niña suspiró inflando sus mejillas.
-Bueno... pero que aburrido...-Dijo bajándose de las piernas de su padre para mirar a su niñera y extenderle la mano.-¿Podemos ir afuera?-La chica asintió, la niñera no era nada más ni nada menos que Matsuri, que cuidaba de ella por el momento. Miró una última vez a los del consejo y agitó su mano hacia ellos despidiéndose, repitieron la acción de La Niña.
-Disculpen la interrupción-Habló su madre avergonzada, era difícil controlar a la pequeña.
-Con Kankurō afuera no hay quien la vea, y Kata lo obedece a él-Ninguna niñera podía con La Niña, bastaba descuidarse segundos para perder por completo el rastro de la Sabaku No. el consejo le restó importancia.
-No hay cuidado, tampoco hay más que discutir, lo único que faltaría aclarar esta en estos pergaminos.-Gaara asintió tomando los pergaminos y dio por finalizada la reunión.
Salieron los esposos aún dialogando sobre los recientes asuntos tratados ingresando a su oficina de el o ambos en realidad. El se puso a su silla mirando lo que le habían entregado, ella se sentó sobre su escritorio también leyendo unos asuntos.
-Bájate de ahí, por favor.-Ella lo miró sorprendida, no solía hablarle así aunque entendía porque, el odiaba que se sentaran en su escritorio, ¿por que? Ni el sabía.
-Pft, oblígame.-Dijo ignorándolo, el la miró con seriedad.
Kamari le sonrió de lado y se levantó para sentarse a ahorcajadas en la silla del pelirrojo con el debajo suyo. La miró nervioso.
-¿Aquí está mejor, cariño?-Dijo acariciando su rebelde cabello pelirrojo, El tragó grueso, a pesar de los años de casados seguía poniéndolo nervioso, tampoco solía utilizar ese sobrenombre.
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Lazos del destino; Kakashi's daughter Gaara y Tú
FanfictionTener el apellido "Hatake" en tu nombre es algo tanto peligroso como respetable. Con un pasado que te gustaría borrar, eres mandada a enfrentar tu destino totalmente sola y sin la ayuda de tu padre o amigos. Ocultas un misterioso poder en tu interio...