Lazos del destino; Kakashi's daughter Gaara y Tú

Extra: #4

-Mierda...-Aún seguía perdida entre los pasillos buscando al chico, por otra parte el salía agobiado y cansado de su oficina, extrañaba a su pequeña y a su esposa, solían alegrarlo en estas situaciones... afortunadamente Kata ya estaba en Konoha y Kakashi dijo que no había de que preocuparse y que investigaría por su lado el extraño caso de su hija. Yendo por el pasillo la vio, la chica estaba de espaldas viendo las fotos en la pared, la mayoría eran de Kata en sus primeros meses y cumpleaños y otra de la familia completa. Hasta el rio de recordar el día, había sido casi imposible que su hija se quedara quieta para tomar aquella foto.

-¿Kamari?-Ella volteo asustada y vio al chico con nerviosismo.

-Discúlpame no quería andar de fisgona es que...

-Es tu casa, no haces nada malo-Ella asintió, era cierto.

-Bueno pues yo estaba...

-¿Buscándome?-Ella lo miró sorprendida, ¿como hacía para saber todo lo que le iba a decir antes de decirlo? Asintió con timidez.-Estaba en la oficina, es la habitación de allá-Ella asintió jugando con sus dedos lo cual no pudo parecerle más tierno a su esposo, no hacia ese tic nervioso desde que aún eran novios... cuando se ponía irremediablemente nerviosa a causa de el.-¿Para que me necesitabas? ¿Quieres que te traiga algo?-Ella negó.

-Quería agradecerte, esto debe de ser Muy difícil para ti... eres el Kazekage y sin embargo estás aquí cuidándome, ayudando a recordar toda mi vida...no quiero ponerte más peso encima.

-No lo haces-El le sonrió transmitiéndole confianza-Eres mi esposa, hacer todo esto no me molesta en lo absoluto, jure cuidarte y protegerte, es culpa mía que estés...-Ella puso una mano en sus labios.

-Se que seguramente ya lo sabes, pero te lo repito, a mi nadie me obliga a hacer nada. Si fui a esa misión fue a voluntad, es más, seguro y tú te opusiste-El asintió y ella sonrió por primera vez desde que despertó, el chico del que se había enamorado seguía ahí... se puso nerviosa de la cercanía nuevamente.-Y también quería disculparme por no aceptar tu afecto... estamos casados y... lo siento, tampoco debí haberte dicho eso. Es que siento que todo esto cae sobre mi aplastándome.-El la abrazó callándola, esa calidez que le ofreció le parecía tan familiar... esta vez le devolvió el abrazo hundiéndose en su cuello, luego se separaron mirándose fijo, ella se sonrojó dudando de hacerlo y con vergüenza se paró de puntillas para poder alcanzar sus labios sorprendiendo a su esposo, el puso las manos a su cintura, pero Kamari se separó.-Siento de nuevo ser tan evasiva... ahora ya estamos...

-¿A mano? No amor, las cosas no funcionan así-Ella se volvió a sonrojar, no recordaba ese lado pícaro del chico. Se volvió a acercar a ella capturando sus labios saboreandolos enteros, ella se sorprendió y por mucho que quería detenerlo no podía, pero... tampoco quería. La aprisionó contra la pared para bajar a su cuello y llenarlo de besos, ella mordió su dedo, no quería hacer un escándalo, sus manos viajaron hasta los muslos de ella para alzarla y ponerla contra su cadera lo que le sacó un jadeo, volvió a sus labios embriagándose con su dulzor, hace tiempo que no tenían momentos a solas... no lo iba a desaprovechar. Saboreo su lengua contra la suya y ella no se resistió en ningún momento lo que le dio confianza a continuar, camino con ella aún en sus brazos hasta su habitación que no estaba muy lejos, abrió la puerta y a ella la recostó en la cama, se retiró con rapidez su remera y ella miró embobada el perfectamente trabajado cuerpo de el. Volvió a besarla; sonaria enfermo pero no podía estar más excitado de ver que la chica debajo suyo era la chica que tanto le gustaba de adolescente, tan nueva e inexperta pero a pesar de eso aún sabía como prender al pelirrojo, al recostarla intento retirarle el vendaje, ella tragó grueso, no quería detenerlo... lo haría sentir mal... pero igual se cubrió con las manos en un acto reflejo. El le sonrió con ternura.