Lazos del destino; Kakashi's daughter Gaara y Tú

69.

-(Knock Knock)-La castaña tocó la puerta, se había levantado temprano así que esperaba despertar a alguien para poder hacer algo y su pelirrojo estaba demasiado cansado, toda la noche la había pasado velando por la chica; que no se destapara, que su almohada esté recta... cosas por el estilo, Kamari estaba impresionada, lo único que le había pedido era que no haga eso, y lo había hecho. Una rubia abrió la puerta.-Hey... ¿Hagamos algo?-Ella sonrió y asintió saliendo junto con su amiga de la infancia. Bajaron a la cocina y buscaron de comer algo.

-¿Gaara?-La chica giro los ojos-Ya veo, ya empezó a ser paronoico ¿eh?-La futura Sabaku No asintió.

-Fue demasiado tierno, y... ¿ahora? ¿Que sigue?-La rubia rio.

-No cedas a los antojos, no hagas esfuerzos.-La miró con seriedad.-Te conozco. Y estoy hablando en serio. No más batallas.-Giro nuevamente los ojos.

-¡Bueno! Ya he dicho que no lo haré-Se cruzó de brazos, miró las manzanas en la mesa y tomó una, se antojaba. Al lado había un recipiente con azúcar la chica lo tomó gustosa y una vez mordida le hecho al siguiente bocado.

-¡Kamari!-Le arrebató el azúcar y la castaña rio.

-¡Lo siento! Pero este pequeño desea azúcar-Tomó su vientre.

-Asi que Niño, ¿Eh?-La Hatake sonrió, Ella deseaba un varón.

-Tengo la impresión de que será niño... ¿tu que crees?

-¿No Es pronto para pensar en Eso?-Preguntó Kankurō entrando a la cocina, se acercó a ambas para saludar.-Pero, si ya lo están debatiendo... será niño.-Dijo, ambos castaños chocaron puños.-Pero ojalá y no salga a Gaara, por favor. Que salga bonito, como tú ¿ya?-Eso hizo reír a ambas féminas. Temari sobo su vientre.

-el pequeño está feliz de escuchar a sus tíos-Se movía constantemente. Kamari ya había tenido la oportunidad de sentir cuando lo hacía así que la rubia tomó la mano del castaño y la puso a su vientre.-¿Lo sientes?-Kankurō abrió grande los ojos, era fantástico, desde el interior alguien se esforzaba por empujar su mano, sin pensarlo se había emocionado, el pequeño estaba inquieto y era por que había sentido a Kankurō.

-¿Estas bien?-Kamari tomó el hombro de el en consuelo, ya que estaba lagrimeando.

-No son las únicas que tienen derecho a estar sentimentales ¿de acuerdo?-Saco su mano limpiando sus ojos. Ambas volvieron a reír. El castaño se acercó nuevamente y dijo.-Y por lo que más quieras, por favor, sal igual a tu mamá ¿de acuerdo? Serás un Nara, pero los Sabaku No somos mejores.-Rieron nuevamente, al fin algo bueno proviniente del retraso de su hermano. El chico vio la manzana empapada de azúcar.-¿Vas a comer eso?

-Planeaba.

-No, no lo harás-La rubia se la quitó botándola, Kamari hizo un puchero adorable. -Ademas, almorzaremos en un rato.

-¿Tanto dormimos?-Kankurō chasqueo la lengua.

-Nos hemos dormido de madrugada, planeaba dormir hasta la tarde ¿saben?-Pero se sobo la cabeza, le dolía.

-Semejante resaca te despertó-Asumió la castaña buscando entre sus cosas un analgésico y se lo dio junto con un vaso de agua.

-Eres un rayo de sol...-Ella le sonrió, se escucharon pasos de alguien arrastrando los pies y entró un cansado pelirrojo, más de lo que estaba normalmente, se acercó a su chica besándola con cariño y luego se apoyó en su hombro clavando la frente en su clavícula de ella.

-No le hables así a mi esposa...-Hablo con la voz ronca. Kankurō rio y le palmeó la espalda.

-Me sorprende lo rápido que van ustedes. Todo fue tan... ¡pum!, vivir en Suna, noviazgo, boda, bebé.
Tomen un respiro-La castaña rio, Temari aprovecho de golpear a su hermano.