Lazos del destino; Kakashi's daughter Gaara y Tú

62.

Ambos caminaron en la oscuridad de la noche disfrutando del silencio.

-¿Estas bien?

-Si... Es solo que me chocó un poco todo ese asunto...-La chica le sonrió, el suspiró abatido.

-¿En serio quieres vivir en Suna? Todos estos años quien estaba feliz era yo... no me detuve a pensar si tu...-Ella lo miró preocupada.

-Gaara de que hablas yo soy...

-No quiero que te quedes, quiero que quieras quedarte...-Dijo sorprendiéndola nuevamente, ella lo freno y le agarro la mano.

-Y en serio quiero quedarme. Soy muy feliz a tu lado.-El sonrió y besó su mano, la chica agudizó el oído.-Gaara...-Dijo poniéndolo alerta, el sonido de algo disparándose alertó a la chica alejándose a tiempo, Gaara sacó la Arena que aún tenía su mini contenedor desviando la kunai. en estos momentos se arrepentía de no haber traído la calabaza...  ambos estaban en posición de ataque espalda con espalda, varios ninjas los rodearon, por la noche dificultaba ver sus rostros.

-¿Que tenemos aquí?-Hablo uno acercándose, la chica apuntó su katana hacia el.

-Estamos lejos como para pedir refuerzos...-Habló refiriéndose a Konoha, no les quedaba más remedio que enfrentarse a ellos.

-No se preocupen, nadie se enterará de que murieron.-La chica chasqueo la lengua, no esperaba esto... activó el sharingan, así por lo menos podría prevenir ataques ya que por al oscuridad no veía nada, la cabeza le dolió y se lo callo. Algunos de ellos comenzaron a cerrar el círculo aprisionándolos.

-Raiton: Wana Denki no Jutsu-Ella bajó las manos al suelo y los ninjas que se habían acercado terminaron electrocutados y rendidos. El chico atacó a los que tenía cerca con su arena terminado con ellos pero descubrió su espalda, la chica corrió hasta el tipo que intento atravesarlo con una espada-Raiton: Rairou no Jutsu-Los aprisionó en una trampa de rayos mientras el pelirrojo combatía al resto, el único problema de ese jutsu era que ella no podía moverse, tiene que estar al pendiente de la jaula. Cosa que la dejó vulnerable, uno de ellos tiró varias armas hacia la chica, con su arena el la protegió antes que la toquen, pero solo eran clones, el verdadero apareció a un lado y le hirió la pierna a la chica, haciendo que suelte el contacto con la prision. Gaara chasqueo la lengua, con su arena logró encerrar a la chica para que no pudieran tocarla.-¡Sácame de aquí!-No pudo salir solo escucho como el chico peleaba en el exterior, esperaba con todas sus fuerzas que las clases de Taijutsu que le había dado le sirvieran... escucho un quejido del chico.-Mierda...-Concentró toda su fuerza en el puño y dio un golpe a la barrera, lo que la agrietó, cargó una vez más su golpe y la destrozó finalmente logrando salir, cinco de ellos se enfrentaban a su novio, ella se acercó por su espalda irradiando fuego con la mirada, a uno de ellos despistado lo golpeó en un punto vital inmovilizándolo. A la otra atacó con su katana y aprovecho al ventaja del sharingan para hundirla en su estómago. Alguien se acercó a su espalda.-¡Chidori Rōpurūpu! -Se dio la vuelta apresando uno de los pies de este y lo tiró con tanta fuerza que se lo arrancó, finalmente el pelirrojo se encargó de los últimos dos acabando con ellos por la arena. Ambos se miraron exhaustos, el chico se tomó su costado adolorido, ella corrió hasta el sosteniéndolo, avanzaron un poco más y fueron a un lugar abierto y oculto entre las plantas.

-Eres asombrosa... ¿te lo había dicho?-Ella suspiró no podía con bromas ahora. Lo puso en el suelo y revisó su cuerpo buscando heridas, a su costado tenía la herida de un kunai que había atravesado incluso su armadura de arena. ella se encargó de unir la piel y aligerar el dolor con su jutsu médico. El le sonrió.

-No debiste hacer eso, pudieron haberte lastimado peor.

-Necesitan más que eso para poder hacerme algo...-ella lo miró un rato y suspiró adolorida. -¿Que sucede? ¿Estas mal?-Kamari sobo su mejilla.

-Me duele verte así...-el le sonrió.

-Estoy bien-Ella negó riendo, sabía que el jamás aceptaría que se sentía realmente mal. Paso las manos por sus brazos, cuello, espalda y todo lugar que estaba herido.

-Gaara, tienes tu primera defensa, es impenetrable ¿como se te ocurrió usarla conmigo?

-No tenía muchas opciones, si algo llegara a pasarte...

-Pero no me pasó nada-Lo miró de un lado a otro aún sentados donde estaban, estaba asombrada de ver el daño físico, entre ellos algunas cortadas-Mira, se que es raro que venga esto de mi pero... eso fue muy imprudente. No puedo creer que...-El la miró embobado mientras ella seguía atacando a su forma de actuar durante la pelea, ella tomó sus manos para curarlas pero el las entrelazó con las suyas-¿Me estas escuchando si quiera? Gaara, esto es serio, sabes que...

-Cásate conmigo.-Ella dejo de hablar sorprendiéndose inmensamente.

-Gaara no bromees con eso, no es divertido, estamos hablando de...

-Sabes que hablo en serio-Reconoció la determinación en la cara del chico, en serio no bromeaba ella se sonrojó inmensamente.

-P-pero... Gaara ¿que...

-Te perdí más de una vez a lo largo de mi vida y a pesar de todo eso el destino nos sigue juntando, una y otra vez, no quiero que te alejes de mi de nuevo. No te quiero ver con alguien más. Ya me oíste. Cásate conmigo-No podía creer lo que escuchaba, sonrió sin poder evitarlo y asintió.

-Quiero casarme contigo...-Dijo y el pelirrojo la abrazó aún en su posición la amaba...-Te amo-Dijo riendo

-Entonces... señora Sabaku No... ¿continuamos nuestro recorrido? Hay que llegar cuanto antes a Suna para hablar de nuestro compromiso con el consejo.

-Hay que ir lento con todo esto ¿de acuerdo? No sabemos como lo tomará el consejo...-Dijo con preocupación...

-No me interesa que me digan...¿No lo entiendes? No existe otra persona que pueda estar a mi lado que no seas tú. quiero que tu seas mi esposa, quiero que lleves mi apellido, quiero que seas la madre de mis hijos. Te quiero hasta el fin del mundo a mi lado.-A ella se le humedecieron los ojos por las profundas palabras que le había dedicado su ahora prometido...

-y tu eres la única persona por la que esperaría... no existe nadie más para mi.-El se acercó para besarla y limpiarle las lágrimas, A pesar del extraño giro de la noche ambos habían logrado encontrar paz. Al saber que ya nadie los seguía decidieron ir un poco más allá y quedarse en algún hotel, se toparon con una aldea, muy pequeña pero que tenía un hotel al reconocer a la pareja le brindaron una habitación inmediatamente. Ambos se acomodaron en el lugar dándose una ducha para relajarse y limpiarse las heridas, el chico salió del baño solo con un pantalón a petición de ella. Lo sentó en la cama y comenzó a limpiar las heridas, sonrió satisfecha de que la herida a su Costado ya estaba finalmente cicatrizada.

-Gracias por curarme...

-Gracias por salvarme...

-Eres lo mas importante en mi vida Kamari, debes de saberlo. Pondría en más de una ocasión tu seguridad ante la mía-Ella le sobo la mejilla.

-No te dejare hacerlo... sabes que puedo sola.-El asintió-Pero amo que te preocupes por mi...-Ella se dio la vuelta y curó la herida en su pierna finalmente limpiándola. Gaara reparo en los nudillos de la chica, la piel totalmente deshecha y si mal no veía lo que sobresalía era hueso.

-K-Kam... ¿pero que...?-Ella miró hacia donde apuntaba y sonrió ocultando sus manos...

-Tenía que buscar la forma de romper tu defensa... será impenetrable pero no para mi-Dijo alzando el puño mostrándoselo el halo de su brazo para poder tenerla enfrente suyo y beso con delicadeza sus heridas luego ella empezó a curarlas, el se recostó contra su estómago aún en la misma posición, sobo su alborotado cabello con cariño.-Gaara...-Llamo la atención del chico.-Tu... ¿ibas a pedirme esto antes?

-El plan verdadero era pedírtelo durante nuestra estadía en konoha... para asi decirle a tu padre y a los demás... pero... no... no pude...-Se rascó la nuca avergonzado-estaba nervioso... por eso Kankurō decidió quedarse... se lo pedí indirectamente...-Ella rio y beso su frente.

-Eres... eres muy tierno...-El giro los ojos y se vio un ligero sonrojo en sus mejillas-Por ahora todo está bien... disfrutemos de eso.-El le dio la razón y ambos se recostaron para dormir abrazados y disfrutando de la calidez que ambos se propinaban.