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El sol salía por el este alumbrando la arena haciéndola brillar como cristal.

-Mira, ya estamos cerca-El chico le señaló Suna, ella no guardo su sonrisa, después de una largo viaje de tres días estar ahí le parecía reconfortante no iba desde que tenía trece años. La chica se emocionó y jalo al pelirrojo del brazo.

-¡Apresúrate!-Habian pasado un divertido viaje a pesar de todo, a ambos les fascinaba la idea de no estar solos. Kamari visualizo mucha gente alrededor de la muralla.-Wow... cuanta gente...

-Si... suelen hacer eso para recibirme.-Se encogió de hombros, para ser alguien que por años se alejaba de la atención esto no lo dejaba del todo tranquilo.-necesito que te formes con los demás ANBU. Tengo que hablar con el consejo sobre tu llegada y no quiero que te molesten antes de eso-La chica asintió.

En poco tiempo ya se encontraban en la entrada, Kamari retrocedió hasta el grupo de ANBU.

-¡El Kazekage ha vuelto!-La gente aplaudió felices de tenerlo de vuelta y algunos Jōnin de la aldea lo saludaron más de cerca, miraron a la infiltrada con precaucion.

-No la toquen, es aliada de Konoha. Más bien quiero una reunión con el consejo cuanto antes-Asintieron. Kamari se dedico verlo sorprendida no sabía si eran los años o su madurez pero el joven era alguien muy diferente. Entraron por medio de las murallas y visualizaron la aldea donde más gente saludaba a Su Kazekage. El equipo de ANBU se dispersó pero uno de ellos se aproximó hasta la chica.

-Kamari-San, trate de no llamar mucho la atención. Hasta que se arregle lo de su estadía-La chica asintió. Lo último que quería era meter en problemas a Gaara. Su club de admirados incluso estaba presente Kamari rodó los ojos riendo.Se acercó hasta detrás de su espalda y decidió jugar un poco.

-Mi Lord. ¿Dígame donde es preferible para usted mi presencia?-Abrió los ojos mirándola con un sonrojo. Carraspeo la garganta. Y se acercó hasta su oído.

-Mis hermanos están por aquí búscalos, yo volveré por ti en un momento. Y no me digas así...-Kamari rio.

-Si, Mi Lord-Desapareció de su vista mientras el pelirrojo le daba una sonrisa. Busco entre la gente más no podía diferenciar a nadie, pero mucho más atrás una rubia de varias coletas miraba el camino que había tomado su hermano. Kamari sonrió. Se acercó a ellos dispuesta a hacerle una broma, al lado suyo apareció un chico con pintura violeta en la cara.-¡No puedo creerlo! Pero si es Temari-Sama, la del legendario abanico, con su ventisca de guadañas. Es un regocijo poder haberme encontrado con alguien como usted-Temari miró extraño a la chica con máscara de ANBU, Kankurō frunció el ceño-¿¡Es acaso un sueño!? ¡Kankurō-Sama! El maestro de las marionetas. Es un honor.-Se inclinó ante ambos, miró con disimulo a Kankurō que infló el pecho mirando con superioridad a su hermana.

-¿y tu eres?-Kamari se levantó la máscara y los Sabaku No abrieron grandemente la boca sin poder creerlo.-¡Kamari!-Ella corrió hacia ambos. Abrazándolos con fuerza, soltó a Kankurō para abrazar a la rubia.

-No tienen ni la menor idea de lo mucho que los extrañé. Temari estas hermosisima-Temari hizo un ademán.

-¡Al igual que tu! Aún que sigas con esa cosa fea en la cara.-Kamari fingió ofensa, miró al castaño y se lanzó a su cuello abrazándolo con cariño.

-Acéptalo. Me extrañaste a horrores-Kankurō la separo del abrazo y la volvió a alzar en el aire.

-Ahora por lo menos Temari no enloquecerá y me hará su saco de golpes... así que si. Estoy feliz-Si era pequeña frente a Gaara con Kankurō parecía una niña. Temari la tomó de los hombros sacudiéndola fuertemente.

Lazos del destino;             Kakashi's daughter                    Gaara y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora