Leave Your Mark With Every Bite ☆ muke

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CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE

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Sus manos sostenían la hoja que se le fue entregada con firmeza, mientras sentía (por primera vez) una gran emoción. Se encontraba caminando algo rápido, aunque supiera que posiblemente era demasiado temprano para esto, pero no le importaba. Estaba feliz.

La semana de exámenes terminó el día de hoy, por lo que los resultados de algunas notas ya habían sido entregadas. Y, en sus manos, se encontraba el resultado de su examen final de matemáticas. Un perfecto 8. Mucho más de lo que pudo esperar.

Hacía poco recibió un mensaje de felicitaciones de parte de su madre cuando la nota llegó a su correo y su padre lo llamó para mencionar que le debía unas "disculpas" porque puede que Luke Hemmings sí lo haya ayudado de verdad (tampoco es como hubiera estado demasiado equivocado con su primera insinuación). Algo que lo hizo recordar en ese instante del chico de cabellos rubios.

Ninguno de los dos tuvo demasiado tiempo para verse debido a la semana de exámenes, además de los diferentes horarios que compartían. Casi la mayor parte de su tiempo la pasó en los almuerzos con Calum y Sara (cuando ella no tenía una de esas reuniones "importantes" con el comité del baile). Pero, ahora, por fin, todos eran libres y solo les quedaba prepararse para la semana de espíritu escolar. Y, finalmente, la graduación.

Envió un mensaje a Luke hacía unas horas, diciéndole que se encontraran en las piscinas después del entrenamiento del equipo de natación porque tenía una muy importante noticia que darle. Como respuesta recibió un emoticón emocionado, que lo hizo sentir más impacienté por su encuentro. Ahora, ya se encontraba acá, y esperaba que él ya lo estuviera esperando.

Se asomó por la puerta principal, para que luego viera a un chico de cabello rubios en las gradas, estuvo por acercarse, pero se detuvo cuando vio a otro it en su dirección. Él solo tomó asiento su lado, y Luke lo miró con curiosidad, posiblemente sin entender que era lo que quería.

—¿Viste la practica? —preguntó el castaño, con esa sonrisa de hoyuelos que acostumbraba a dar a todos sus amigos. Luke se encogió de hombros mirando hacia otro lado.

—Algo. Lo hiciste bien, como siempre —dijo simplemente él, sin mostrar algún rastro de emoción en su rostro. Era notable que aún no se sentía cómodo hablando del tema.

—Quería hablar contigo —comentó Ashton. Luke lo miró con el ceño ligeramente fruncido, pero asintió —. No sé si escuchaste que uno de nuestros participantes se torció el tobillo hace unos meses atrás.

—Sí lo escuché, creo que fue el mismo día que Michael vino —no pudo evitar emocionarse al haber sido mencionado en la conversación. Ashton asintió, pero Luke todavía parecía no entender a donde quería llegar.

—Necesitamos un reemplazo —el ceño del rubio se volvió a fruncir, pero esta vez fue diferente. Ashton pareció notarlo, pero eso no evitó que continuara —. Tenemos uno, pero... Vamos, ambos sabemos a lo que quiero llegar. El equipo te quiere a ti, Luke. Yo te quiero a ti. Si te tenemos nuestras probabilidades de ganar serían-

—No —dijo él, interrumpiendo al castaño. Este soltó un suspiro, pero era claro que el rubio no parecía querer dar su brazo a torcer —. No sabes lo difícil que fue todo esto para mí. No puedes pedirme que vuelva al agua solo porque quieren ganar una estúpida competencia.

Sabía que posiblemente no debería estar escuchando esta conversación. Lo mejor que podía hacer era irse de este lugar y volver cuando Ashton ya se hubiera ido, pero sus pies no se movían. Sentía que debía estar ahí, que necesitaba asegurarse que Luke estuviera bien.