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CAPÍTULO DIECIOCHO

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—Lo siento —fue lo primero que salió de sus labios cuando se acercó a la mesa. Estaba seguro de que esas palabras se estaban haciendo costumbre en su vocabulario, pero sabía reconocer cuando era necesario usarlas.

El moreno levantó la mirada de su celular, para luego meterse una última papa frita a la boca. Él lo miró, de pies a cabeza, para luego fruncir ligeramente el ceño, como si estuviera pensando en su respuesta. Se quedó de pie a su lado, sintiendo por primera vez en que la amistad que tenía con él estaba en peligro.

Ahora, le parece irónico que tuviera miedo perder a Calum, cuando años atrás no podía siquiera soportar su presencia. Ese chico por el cual sintió tanto odio y envidia se volvió en uno de sus grandes amigos, con el cual paraba casi la mayor parte del tiempo y estuvo a su lado en los peores momentos. Fue algo difícil al comienzo acostumbrarse a su sarcasmo y bromas pesadas, pero cuando lo conocías realmente te dabas cuenta de que era un buen amigo, que estaría a tu lado sin importar qué.

Estaba seguro de que no quería perder a Calum. Él más que nadie estuvo desde el comienzo cuando todo empezó a ir en picada e intentó alejar a todos los demás. Su amistad significaba demasiado.

A veces, pensaba que sus amigos merecían a alguien mejor. Pero, era lo suficientemente egoísta para que quererlos solo para sí mismo. Puede que en el fondo supiera que los necesitaba más de lo que ellos lo necesitaban.

—¿Por qué debería disculparte? —habló el pelinegro luego de unos minutos. Sus ojos lo miraban fríamente, haciendo que sintiera un ligero escalofrío. Hacía tiempo que no lo miraba así, puede que desde los catorce cuando le cerró la puerta de su casa en la cara cuando fue a buscar a Michael.

—Porque eres mi amigo y mi vida sería un desastre sin ti. Eres una de las pocas personas que me soportan y siguen a mi lado sin importar que algunas veces me comporte como un completo idiota. Y... ¿te quiero? —Calum levantó ambas cejas, posiblemente sorprendido con las palabras que acababa de decir. Sintió sus mejillas calentarse, haciendo que apartara la mirada hacia el paquete vacío de papas.

—Hubiera bastado algo como "Porque te comparé otra porción de papas", pero tomaré eso —se sintió ligeramente avergonzado, por lo que soltó un bufido, en un intento de disimularlo. Calum soltó una risa, haciendo que no tardara en unírsele —. Puedes tomar asiento, Hemmings. Sara me dijo que vendría en unos minutos, porque tenía que-

—¿Ashton y tú están bien? —interrumpió al chico, ocasionando que la sonrisa de esta desapareciera lentamente. Él soltó un suspiro e hizo una mueca. Puede que haya sido demasiado directo, pero necesitaba saber la respuesta.

—Algo así —frunció ligeramente el ceño. Pudo sentir la culpa al escuchar aquellas palabras. ¿Por qué siempre tenía que arruinar todo? —. Sé lo que piensas, y no. No es tu culpa, Luke. Más bien, debería agradecerte, sé que no hubiera sido capaz de decirle todo eso a Ashton — a veces le sorprendía lo bien que sus amigos lo conocían. El moreno pasó la mano por sus cabellos, para luego devolver la mirada a su pantalla.

—¿Qué pasó?

—Solo se disculpó, no es como que haya algo más que hacer —Calum guardó su teléfono, para luego apoyar la cabeza sobre su hombro. Lo rodeó con su brazo, como hizo la última vez que vino a su casa por el mismo problema —. No puedo forzarlo a decírselo a sus padres. Entiendo que no esté listo, pero... igual duele, ¿sabes? —asintió. Le gustaría poder acabar con el dolor de Calum, pero no sabía que podía hacer. Odiaba eso.

Leave Your Mark With Every Bite ☆ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora