24

925 123 301
                                    

━━━━━━━☆ ☾ ☆━━━━━━━

CAPÍTULO VEINTICUATRO

━━━━━━━☆ ☾ ☆━━━━━━━

Se encontraba sentado en las gradas con la mirada en su celular, mientras sentía la gota de sudor de su frente ir corriendo por su rostro. Odiaba hacer deportes cuando se encontraban a poco tiempo del verano. Era horrible, y según su sincera opinión, alguna clase de castigo para todos los adolescentes.

Unos chicos se sentaron a su lado, posiblemente acabando de salir de los vestidores. Ya un grupo de ellos se encontraba corriendo en los alrededores del campo, mientras que otros comenzaban con los estiramientos. Solo esperaba que se demoraran lo suficiente para que el entrenador se olvidara de ellos. Momentos como este se arrepentía de no traer una sombrilla consigo como hacia Sara (algo que no le admitiría nunca).

Su mirada salió de su teléfono cuando escuchó unas risas provenir de su lado. El grupo de cuatro chicos se encontraban con la mirada en el campo, mientras soltaban risas y señalaban con sus dedos en aquella dirección. No era como que los conociera demasiado bien, pero estaba casi seguro de que compartía clase con dos de ellos. Intentó acercarse más, para intentar escuchar la conversación (era lo mejor que podía hacer mientras esperaba que fuera hora de su sufrimiento). Luego, llevó su mirada hacia los carriles, intentando adivinar a quien señalaban, pero se le fue casi imposible. Había demasiados chicos.

—Hemmings —uno de los chicos de cabello castaño (con el que estaba seguro haber llevado clase de Español hacia dos días) notó su presencia, pero no parecía molesto. Él le sonrió, haciendo que sus amigos lo miraran también —. Justo estábamos hablando de algo que te podría interesar —frunció ligeramente el ceño sin entender.

—Te juntas con la hermana de Logan y sus amigos, ¿verdad? —asintió lentamente hacia otro de los chicos (aunque estaba seguro que Logan no era su amigo), todavía sin saber porque esa información era relevante. Él sonrió —. Hay un chico-

—¿Es verdad lo que dicen del tal Michael Clifford? —interrumpió el de pelo negro. Su ceño se frunció, pero esta vez por una razón completamente diferente. Pudo escuchar una risa en voz baja de uno de ellos —. Logan mencionó que tenía estos raros fetiches y lo sumiso que era-

—No olvides la parte de ruidoso —dijo el castaño, acompañado de una risa. Sus amigos rieron después. Pudo sentir como sus manos se hacían puños sin que pudiera controlarlo —. No soy gay, pero daría lo que fuera por tener esos labios-

Gay —interrumpió el pelinegro a lo que el castaño le dio un ligero golpe en el hombro —. Como sea, debe ser verdad, mira las marcas en su cuello.

—En su favor, tiene buenas piernas.

Su mirada fue hacia Michael en ese instante. Él se encontraba con el rostro rojo y algo de sudor en la frente. Sus manos estaban apoyadas en sus rodillas, mientras intentaba recuperar el aire, posiblemente luego de haber dado más de una vuelta a toda esa pista (sabía el odio que le seguía teniendo al ejercicio). Se veía cansado, por la expresión de su rostro, pero cuando bajó un poco la mirada fue que notó las marcas.

Tres círculos morados se encontraban en su cuello, resaltando demasiado contra la pálida piel, y el polo de gimnasia no hacia un gran trabajo ocultándolas debido a lo grande que le quedaba (ahora que lo pensaba, Michael siempre usaba ropa suelta en la parte superior de su cuerpo). Luego, su mirada pasó a sus pantalones cortos, que llegaban hasta un poco más arriba que sus rodillas. Con sus piernas ligeramente flexionada podía notar como sus muslos se veían algo más gruesos, acaparando toda la atención. Y, sinceramente, sería algo que disfrutaría de ver, de no ser por los estúpidos comentarios que los idiotas de su costado soltaban.

Leave Your Mark With Every Bite ☆ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora