~Big Time Shots~

51. Kendall Knight

Desde que llegamos al Palm Woods y la vi, quedé fascinado con ella.

Recuerdo que los chicos y yo corrimos a la piscina. Una chica con un vestido de noche morado se acercó a nosotros y la otra chica le detuvo la mano.

—Camille, ahora no. Son nuevos, por favor no los asustes— la chica del vestido se fue llorando. No entendia que pasaba. —De nada.

—¿De nada? ¿Por qué?

—Te acabo de salvar de Camille, la reina del melodrama de Palm Woods. Te iba a golpear así que, de nada.

—Ah... entonces gra...

—¡______! ¡Escondeme!— gritó el chico de los comerciales de jugo. Ella lo metió dentro de un bote.

—No digan nada— nos advirtió y en eso, la mamá del chico llegó preguntando por él, nosotros le dijimos que se había ido por otro lado y se fue.

—Terreno despejado, Tyler— dijo la chica quitando la tapa del bote. El chico salió y nos miró.

—Hola nuevos, veo que ya conocieron a _____. ¿De quién los salvo?

—¿Eres a caso salvavidas?

—Si, salvavidas de los talentos de Palm Woods.

—¡Las Jennifers!— gritó Tyler y encendió un ventilador que, la verdad no sé de dónde sacó. Hace un momento no estaba.

—¿Las Jennifers?

—Tres chicas, con el mismo nombre que cantan, bailan y actúan.

—Oigan chicas— les habló James y voltearon a verlo —Estamos en una banda.

—¿De verdad? ¡Oh santo cielo!— dijeron las tres al mismo tiempo.

—Somos actrices, y no nos importa— dijo con superioridad la Jennifer castaña.

—¿Quieren ir al cine esta noche?— preguntó Carlos.

—¿Ustedes protagonizan la película?— preguntó la rubia.

—No.

—Entonces no— dijo la Morena. Le dio un billete a Tyler y se fueron.

—Estoy tan enamorada—comentó Carlos mientras se deslizaba en el camastro.

—Si yo hubiera sido tú y de verdad quisiera salir con ellas, le habría dicho que si, buscaba una película en donde no se viera la cara de los protagonistas y ya en el cine, no podría decir que no.

—¿Y eso no es mentir?— le pregunté.

—En esta ciudad, mi querido amigo rubio y de ojos bonitos, tienes que aprender a conseguir lo que quieres. Vamonos Tyler, te escondere en el apartamento— Tyler salió del bote y la siguió.

—¿Y que es lo que tú quieres?

—Por el momento, intentar enamorarte— dijo antes de desaparecer por el lobby.

—¿Escuché bien?— preguntó Logan.

—Pues su escuchamos lo mismo, ya lo logró.

***

Todos los días, exactamente a las 4 de la tarde iba a la piscina y se sentaba en un camastro alrededor de 20 minutos para tomar un poco el sol. Luego iba al parque de Palm Wood a leer libretos.

Era actriz.

Ahora se encontraba grabando una serie adolescente sobre hadas y criaturas fantásticas. Ella era la protagonista y yo en poco tiempo, me había vuelto su fan número 1.

—¿Puedo unirme?

—¿Juegas hockey?— preguntamos los chicos y yo al mismo tiempo.

—Si, y soy la mejor.

—Eso lo veremos— dijo Carlos. Le prestamos equipo y jugamos con ella. Logan se ofreció a ser el árbitro así que hice equipo con ella.

Realmente es la mejor, ganamos gracias a ella.

***

Regresabamos del cine, llevamos un par de semanas saliendo. Estoy muy, muy enamorado.

Una vez fuera del 3M, donde era que ella vivía me dio un pequeño beso en los labios. Con tan simple tacto yo me sentía en las nubes.

—Me gusto mucho la película, y tu compañía, claro.

—A mi también. Espero poder volver a repetir todo lo que pasó hoy.

—Si querias otro beso, sólo tenías que pedirlo.

Y ahí está otra vez, sus dulces y delicados labios haciendo contacto con los míos.

***

—¿Qué es lo que somos?— pregunté mientras íbamos en el ascensor.

Esta mañana los chicos me pusieron en duda al llamarla "mi novia" ¿Realmente eso éramos? ¿O sólo es un juego lo que pasa entre nosotros?

La duda me comía vivo y por eso decidí aclarar las cosas de una vez por todas.

—¿Qué somos? ¿A qué viene tu pregunta?

—Pues... por ahí he escuchado que dicen que estamos jugando y que, realmente no hay nada serio... así que me puse a pensar y... quería saber.

—¿No crees que ya ha pasado demasiado tiempo para saberlo?— yo levanté una ceja en señal de duda —Kendall, no tienes que escuchar lo que digan los demás. Yo soy la que está contigo y es lo único que debe importarte. Somos tú y yo, los dos. Podemos si quieres llamarlo amor.

—¿Entonces...?— el elevador se abrió y salimos rumbo a su apartamento.

—¿Qué te dice tu corazón que soy?

—Que eres la indicada para mi y que, estamos destinados a estar juntos.

—El mío dice lo mismo. Kendall, yo soy de la idea de que no necesitamos un nombre para esto porque ambos sabemos lo que sentimos y eso está bien para mí.— llegamos a la puerta de su departamento y abrió —pero bueno, si quieres un título para esto. Soy tu novia. Y tú, eres el mio— se acercó a besarme. Cuando nos separamos la abracé.

—Sólo quería el título para presumirte con todo el mundo— dije en su oído y me separé de ella. —Te amo— sus mejillas se tornaron de un ligero color rosa y me dedicó una gran sonrisa.

—También te amo, novio— dijo y cerró la puerta de su apartamento.

Es lo que es, no hay duda de eso.