~Big Time Shots~

04. Carlos Pena

-¿Qué hora es?- Me preguntó Carlos sin apartar la vista de la carretera.

-La 1:37- bostesé -. Aun no puedo creer que estemos haciendo esto.

Se preguntarán ¿Que hacen dos chicos de 18 años en un auto a la 1:37 de la madrugada? Pues, Están escapando.

Horas Antes:

-¿No te gustaria vivir lejos, muy lejos de aqui?- me preguntó Carlos mientras giraba en la cama hasta quedar boca arriba a un lado de mi.

-¿Por qué la pregunta? ¿No te gusta vivir aqui?- dije mientras comenzaba a acariciar su cabello.

-Si pero, _____, ni siquiera puedo salir contigo y presumirte como mi novia.

-Ah, es eso... No tenemos otra opcion Carlos.

-¿Y no te gustaría vivir en otro lugar? ¿Algún lugar donde podamos caminar de la mano sin mied a que alguien nos vea?

-Mmm... si, lo he pensado. Pero no puede pasar.

-¿Por qué?- giró sobre sí y recargó su cara en sus manos.

-Carlos, conoces a mis papás. Hasta agradece que no saben que somos novios, si no, ya te hubieran echado.

-Jaja, bueno si, sé que son algo dificiles... pero eso no impide que podamos huir.

-Ja, si claro, huir. Sobre todo tú.

-¿Qué?

-Tú no dejarias a tu familia, ni por que te pagaran diez millones de dólares.

-Dime algo- Se sentó y tomó mi mano-, ¿Escaparias conmigo?- reí viendo hacía otro lado, luego lo miré.

-Sabes que si- me dio un beso.

-Pues entonces, déjame decirte que tú vales más de diez, veinte... vales más que todos los millones del mundo- acarició mi mejilla -Escapate conmigo.

-¿Qué? No hablas enserio...

-_____, nunca he hablado tan enserio en toda mi vida. Haz tus maletas, deja una carta, haz lo que tengas que hacer pero escapate conmigo.

En eso mis padres gritaron anunciando su llegada.

-¿Y bien?- dijo tomando mis manos y viéndome fijamente a los ojos.

-Es una decisión muy precipitada, Carlos.

-Ok, entonces no se hara. No te preocupes... Hora de irme.

Salió de la habitación y caminó por el pasillo hasta las escaleras, donde se detuvo a esperarme. Una vez llegue con él me besó y comenzo a bajar.

-¿Enserio hablabas enserio?- dije detendiendolo y solo me sonrió para seguir bajando.

-¡Hola señores Evans!

-Hola Carlos, que milagro- le dijo mamá -, ¿te quedaras a cenar?

-Nada me daria más gusto, pero ya me iba. Nos vemos _____, provecho señores Evans.

-Adios Carlos- se despidieron mis padres.

-Te acompaño- dije y lo acompañé hasta la puerta-. Respondeme Carlos, ¿Si nos vamos a escapar?

-Te veo a la medianoche- dijo y me besó la mejilla.

Una vez que se fue, yo regresé a cenar. Cuando terminé, subí a mi cuarto a hacer una maleta y escribir una carta para mis papás.

Ya casi daban las 12, dejé la carta en mi escritorio y me asomé a la ventana. Carlos venía llegando. Se estaciono, tomé mi maleta y baje, no sin antes echar un vistazo a la habitacion de mis padres.

-¿Lista?- dijo dándome un beso y tomando mi maleta. Yo sólo asentí y me subi al auto.

-¿Y a dónde iremos?- le pregunté una vez que él entró al auto.

-Pues- arrancó -, a donde tu quieras, a la playa, otra ciudad... Tú dime donde y ahi te llevaré.

-Mientras esté contigo, donde sea esta bien-. Sonrió y tomó mi mano sin apartar la vista de la calle.

Conducio un rato y ya estábamos en la carretera.

-¿Qué hora es?- Me preguntó sin apartar la vista de la carretera.

-La 1:37- bostesé -. Aun no puedo creer que estemos haciendo esto.

-Aun estás a tiempo de arrepentirte.

-¿de elegir playa en vez de ciudad?

-¿Ahora quieres ir a la playa?- Asentí -Pues, la playa será.