Ery pasó la tarde en el taller de Arixia, atenta a las instrucciones que iba recibiendo sobre los polvos de luz y sus diversas mixturas. Arixia, quien parecía saber todo lo que debía saberse sobre el tema, se ayudaba con un códice de amarillentas páginas atravesadas por fórmulas autógrafas y grabados hechos en xilografía. El infolio explicaba con qué instrumentos arrojar los polvos en el atanor, y a qué temperaturas mezclarlos al claror del fuego, y además exponía las múltiples combinaciones que generaban infinitas clases de luces.
Terminada la introducción teórica, Arixia dejó en sus manos un saquito. Ery lo estudió de cerca, leyó la etiqueta de cuero:
―Íbisklev, Berisia. ¿Es otra ciudad de la región? Nunca oí de Íbisklev.
―Queda al sur del territorio berisiano ―le explicó Arixia―. La mayoría de nuestras materias primas proviene de allí, de sus canteras con minerales de toda clase. Ahora, Ery, recuerda no arrimarte mucho, y trata de no inclinarte sobre lo que arrojas.
Ery soltó el puñado de polvo. Desde el fondo del caldero, unas finas espirales doradas treparon hacia su delantal de cuero.
―Cuidado ―le advirtió Arixia―. Eso suele pasar con los principiantes, parece que los cristales se sienten atraídos por ustedes.
Ery añadió una pizca de pigmento rojo, tomó el gigantesco cucharón de madera y revolvió.
―¿Por cuánto tiempo debo mezclar?
―No te lo diré. Mezcla hasta que creas que está listo. Debe verse como una de las mixturas que te he enseñado.
Arixia se puso a ordenar uno de los estantes. Ery siguió girando y girando la enorme cuchara. Unas nubecitas anaranjadas flotaban sobre el caldero.
―En la librería donde trabajas ―le dijo Arixia―, ¿no hay tratados sobre la creación de luces?
―Todavía no catalogué ningún libro con ese tema. Nunca imaginé que las luces se fabricaran de esta forma. ―Se asomó con cuidado sobre la superficie del atanor―. Creo que ya está: me recuerda a la mezcla que me mostraste.
Arixia evaluó el aspecto de la mezcla luminiscente y aplaudió.
―¡Muy bien, Ery! Mañana seguiremos practicando. ¿Pero antes quieres ver cómo se preparan las luces para transportarlas?
Sin esperar respuesta, Arixia abrió una de las cajas apiladas en el piso y sacó un par de frascos con tapas de madera en las que el trabajo del ebanista había perfilado flores de lis. Destapó un frasco, y con el cucharón recogió un poco del contenido del caldero: una espesura dorada ―Ery pensó en una sopa― que despedía un suave resplandor. Al colocarla dentro del frasco, la sustancia se desintegró en un cúmulo de chispas. Arixia completó el contenido, y a punto de que desbordara lo tapó de nuevo.
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Venganza y Despertar ||| Libro 1 de Sombras de Condenación
Fantasy🏅 Historia destacada por @WattpadFantasiaES 🏆 Finalista de los Premios Watty 2021 🗡 Acción y aventura ✨ Magia 📚 Una bibliotecaria en apuros 🔫 Un Cazador inclemente 🎩 Un joven asesor político rompecorazones ✨ Ery Nebresko abandona su ciudad nat...