La hija de Tony stark 💛

Donas 🍩🍩

Caminaron disfrutando de cada paso y momento.
La música de la feria era una ayuda para que se divirtieran.
Ambos caminaban lado a lado, el frío se hacía más intenso, aunque Charlotte no sentía el frío su cuerpo se congelaba y Austin podía sentirlo.

-estás helada.
-¿en serio? Tiene que ser el aire. Aún así tengo un abrigo y este osito es muy suave.

El chico tomó de la mano a Charlotte y la atrajo a él quedando ambos envueltos por el grueso abrigo de el chico quien miraba hacia otro lado evitando los ojos de Charlotte.

Recorrieron varios juegos de la feria hasta llegar a un restaurante poco conocido pero bastante bueno.
Cruzaron las puertas, les pidieron sus abrigos por lo que se separaron, el clima ahí dentro era lo opuesto al exterior, era caliente.

-ven, hay que sentarnos por aquí.
-es tibio dentro.
-para el chocolate!!!!

Ambos caminaron hacia la mesa del centro.
Pidieron las famosas donas que Austin le quería mostrar y chocolate caliente.

-creí que ya habías probado este tipo de comida.
-la verdad que no.
-entonces, vamos dale una mordida... quiero ver tu cara cuando toques la gloria.
¿Ya te dije que me encanta tu vestido?
Si fuera chica lo usaría diario aunque no me quedaría mejor que a ti....
-No creo que sea tu color....

Rieron.

Charlotte mordió aquel trozo de más freído hasta quedar en un punto en que los ingredientes se sentían crujientes, podía sentir en su paladar el dulce del chocolate
Que se derretía en su lengua, la azucar creaba un espectáculo dulce que terminaba en un toque de canela.
Era deliciosa.

El chico solo miraba la tierna y hermosa cara de Charlotte al dar la primera mordida, sonreía a cualquier gesto que hacía la niña.

-esto es delicioso!!!!
-sabia que te gustaría. Mi mamá nos traía a mi hermana y a mi todos los domingos, conoció este lugar con mi padre, jugábamos a adivinar los sabores e ingredientes que tenían los postres....era divertido...lo era antes de que muriera-sus ojos se humedecieron-No había venido en todo este tiempo.
-Canela...-dijo la niña tratando de levantar el ánimo de su amigo.
-¿que?
-canela, eso es lo que tiene.
-jaja, Lotty...te apuesto 8 monedas a que no adivinas el sabor de este-dijo riendo y mostrando el menú,
-acepto.

El chico pidió la orden.
Charlotte gozó este momento como nunca.
Siempre adivinaba los ingredientes.

-limon!!!
-¿este?
-fresa!!!
-este otro?
-turrón!!!!

Luego de almorzar y caminar un poco llegaron a la rueda de fortuna.
Subieron, cada uno se sentó frente al otro, charlotte tenía su oso, Austin tenía su diadema y solo miraba la delicadeza y elegancia con la que están sentada su amiga.

El chico miraba hacia abajo y las piernas le temblaban, olvido su miedo a las alturas, Charlotte notó eso, se puso de pie y se sentó con su amigo tomándolo del brazo y reposando su cabeza en su hombro.

-perdón, olvide la altura.
-no importa, ¿estás bien?
-ahora...si- la miró y apoyó su cabeza sobre la de ella, podía oler su perfume y sentir su calor.

Luego de 15 minutos de su compañía, silencio y calor su paseo terminó.
Ambos bajaron.

Llegaba el final de la tarde, ambos debían regresar a casa.

-¿quieres que te acompañe a casa?-preguntó el chico.
-No, Gracias ¿estás seguro de que te irás en autobús?
-si.
-¿no es peligroso?
-aqui no además no creo que me quieran robar mi diadema de gato así que...-rio.
-está bien, nos vemos Austin.
-e-espera.
-¿si?
-¿nos volveremos a ver?
-por supuesto que si!! Me divertí hoy.
-yo también. Me gustaría repetirlo.
-cuando quieras.

Ambos tomaron caminos diferentes.
Austin espero en la parada de autobus, charlotte siguió caminado hasta encontrarse al auto de Happy, aún podía ver a Austin a lo lejos, noto que una chica llegó y lo abrazó, ambos se fueron juntos.
Charlotte pidió a Happy conducir.