Trata de encontrarte [TERMINADA]

Capítulo 13: dioses

(Están Rafa y Eva mirando a Hugo)
Narra Eva

En aquel momento me pensaba que Rafa le iba a a decir algo fuerte y la iban a liar. Pero me sorprendió

Rafa: illoo por fin apareces que no te encontraba

Hugo: pues lo mismo te digo eh

Rafa: Eva tú vienes a la fiesta de mañana?

Eva: pues creo que sí

Rafa: pues haber si convences aquí al Hugo que no quiere venir

(Hugo y Eva se miran directamente a los ojos)

No se porque sentía tantas cosas al mirarlo a los ojos. Pero esta vez fue Hugo quién apartó la mirada. Me dolió que lo hiciera, pero tenía razones.

Hugo: bueno vamos dentro

Nos sentamos y los primeros en actuar fueron Jesús y Flavio, cantaron "Drive by" de train, les salió de pelicula, y los siguientes fueron Rafa y Hugo. Tengo que admitir que iban guapos, muy guapos, pero Hugo más. No se lo que tenía pero era flipante. Cantaron "como camarón" de Estopa, y me gustó más como lo hicieron ellos que los propios cantantes. Hugo en aquel escenario, cantando aquella canción, desprendía luz. Era increíble y perfecto. Y a Rafa le quedaba la canción como anillo al dedo y también estaba guapísimo. Cuando terminaron y todos aplaudieron, con toda la adrenalina del momento, supe con quién iba a ir esa noche.

Narra Hugo

La canción fue una pasada, y hacerla con Rafa también. Nos valoraron super bien y nos metimos bastante bien en el papel la verdad, y más de una vez, mientras cantaba, me fijé en como me miraban los ojos de Eva.

Rafa: ILLOOO QUE NO ESTABAMOS LECHUGONES

Hugo: no estábamos verdes noo😂

Rafa: es increíble haber cantado contigo

Hugo: lo mismo te digo illo

(Rafa abraza a Hugo en el escenario, bajan y se sientan)

No estaba muy pendiente de la conversación que estaba teniendo con Rafa, porque les tocaba actuar a Eva y a Sam. Iban a cantar "crazy in love" de Beyoncé, me pensaba que iba a ser una versión lenta pero fue literalmente al revés. Les quedaba tan bien aquella canción, eran dos diosas sobre un escenario, más bien, Eva era una diosa y Sam su compañera. Ambas tenían una voz flipante, y los profesores las valoraron mejor que a nadie. Se lo habían currado demasiado y ahí tenían su recompensa. Para mi, Eva, seguía siendo una droga, yo ya estaba más que adicto, a su voz y a ella. Necesitaba verla a solas. Sólo ella y yo. No sabía que iba a decirle, pero tampoco sabía que iba a hacer si no iba. Cuando terminaron la canción, ambas se quedaron con las espaldas juntas, y Eva me miró, y pasó lo mismo que la primera vez que nuestros ojos se cruzaron. Nuestros ojos despertaban algo en nosotros.