38.

4 2 0
                                    

 Capítulo 7: Fiesta.

  Cada vez esa melodía iba mejor, el ritmo era más continuo y sin tantas fallas en las notas.

   Gabriel fruncía el ceño e intentaba que cada vibración en las cuerdas sonara perfectamente acorde a lo que decía en el cuaderno sobre la mesa. Aún no sabía de qué era lo que se trataba todo esto, aunque tampoco me esforcé en averiguarlo en ningún momento. Si quería decírmelo, pues él vendría solo.

   La sala de clases estaba casi desierta. El resto del curso estaba en el patio o en el casino, salvo la parejita que se besaba al fondo del lugar sin prestarnos atención a nosotros.

   Decidí no ir a almorzar hoy. Me dolía el estómago y no me apetecía moverme demasiado, pero tampoco tenía la intenciónde llamar a mamá o papá para que me retirara de la escuela. Gabriel quiso hacerme compañía por los cuarenta y cinco minutos que duraba este receso, no obstante, se concentraba más en sus errores al tocar que en cualquier otra cosa. Y yo, con la cabeza apoyada sobre mi escritorio, los brazos a cada lado de esta y los audífonos en mis oídos (cuales había dejado de usar como transmisor hace un par de minutos) escuchaba cada imperfecto con atención.

   Miraba cada expresión de desagrado que ponía cada vez que algo le salía mal, él ni siquiera se inmutaba de que yo estuviera despierta y consciente.

     – ...I say... if you're... with me. – Tarareó conpartes más silenciosas que otras. – Yea...

   Dejó la guitarra sobre la mesa y tomó el cuaderno, garabateando en la pauta con el lápiz. Golpeteó la parte superior de la madera del grafito contra el mazo de hojas y siguió escribiendo.

   Levanté la cabeza, atrayendo suatención al instante.

     – ¿Me pasas el té? – Pedí despacio.

   Gabriel no dudó ni un segundo en dejarde lado sus cosas y tomar el termo de té que estaba sobre su mesa para acercármelo. Lo sujeté y me llevé a la boca el pituto para tomar un sorbo.

     – ¿Te duele mucho?

   Negué sin dejar de beber el líquido tibio de hierbas. Finalmente, me lo aparté y lo dejé nuevamente en la mesa.

     – ¿De verdad te sientes mejor que antes? No estoy tan seguro... Deberías llamar a tu madre, o tu padre... O a quien sea. No creo que sea bueno para ti estar en clases si te sientes mal... –Expresó con algo de preocupación en su voz.

     – Estoy bien, me siento mejor... –Respondí con indiferencia.

     – En serio Samy, no seas terca con tu salud. – Insistió.

     – Te digo que estoy bien, – Espeté. –y no me digas Samy.

   Sonrió medianamente al escuchar lo último.

     – Hace tiempo no me decías eso.

     – Hace tiempo no me llamabas con ese apodo tan tonto.

   Él negó sonriente y volvió a tomar la hoja y el lápiz, regresando a su antiguo trabajo de garabatear en ese trozo de papel algún contenido, por ahora, ajeno a mí.

   Después de verlo escribir por unos segundos, me animé a preguntar de que se trataba todo esto:

     – ¿Qué es lo que escribes allí?

   El chico se exaltó a mi pregunta. Pegó el cuaderno a su pecho con rapidez, como si tratara de ocultarme lo que sea que estuviese escrito allí.

     – No es nada... Es... B-Bueno, es un proyecto del club de música que llevará calificación, nada importante ¿Sabes?

   Por supuesto que era importante, sino no se hubiese puesto de esa forma tan alteradas por el mero hecho de consultarle con respecto a lo que mantenía escrito en esa simple hoja, además que mi pleno conocimiento en el lenguaje corporal de mi compañero me llevaba a la innegable realidad de que me estaba mintiendo, honestamente, hasta un tarado podría darse cuenta de que estaba engañándome. Pero no me iba a meter, porque sabía que si me estaba ocultando aquello era porque era especial para él y no pensaba irrumpir su privacidad ni obligarle a que me contara.

     – Oye... ¿Cuándo vas a terminar de leerme tu libro? – Preguntó cambiando de tema de una forma abrupta.

     – No lo sé, no entiendo porque no quieres leerlo tú mismo.

     – ¡Vamos Samanta! No me gusta leer así, es más divertido cuando lees para mí. – Replicó como un niño. – Además, quiero saber cómo termina, ¡quiero saber qué pasó con el chico!

     – Si quieres te cuento el final.

     – ¡No! ¿Estás loca? ¡Es lo peor!¿Tienes idea de lo horrible que se sintió que me spoilearan Tokio Ghoul? ¡Solo vi un capitulo y me contaron la mitad de la serie! – Alegó ansioso. – ¡Fucking Jean!

     – Sí, creo que también me fastidiaría que me contaran un libro... – Reconocí.

   De pronto una resonancia melodiosa se presentó desde el teléfono de Gabriel, cual estaba preso en el interior del bolsillo del pantalón.

   Cerró el cuaderno y lo dejó sobre la guitarra para dar atención a la llamada reciente. Contestó y lo puso en voz alta.

     – ¿Dónde mierda estás, viejo? ¡Te he buscado por todos lados! – Expresó la voz desde el pequeño aparato.

     – Estoy en el salón, no me he movido de aquí.

     – ¡¿Y te costaba tanto avisar, pedazo de aborto fallido?! – Alegó. – ¡Te busqué por todo el colegio! Diablos, me duelen mis bellísimos pies por culpa tuya.

     – Lo siento, es que estaba acompañando a Samanta porque se sentía un poco mal... – Explicó, dirigiéndome una media sonrisa.

     – Hermano,estoy pensando seriamente que es mentira lo que me dices de que no te gusta y esas cosas, que ni con Camila andas tan pegado y eso que la conoces de más tiempo.

  Los ojos de Gabriel no tardaron en abrirse exageradamente al comentario de su amigo, sus mejillas tomaron un fuerte color carmesí que contrastaba de sobre manera con su piel blanca. Comenzó a negar rápidamente en mi dirección.

     – Que te digo que no me gusta. Es solo una buena amiga... y-y ¿Qué querías?

   Solo le miré extrañada, hasta me resultaba cómico que se pusiera de esa forma por el simple acontecimiento de insinuar que sus sentimientos iban más allá conmigo. Tal vez solo era yo y mi indiferencia a ese tema y a él realmente le importaba que sus amigos no interpretaran mal las cosas. También me molestaba que mi entorno malinterpretara las cosas. Sencillamente tenía una reacción distinta a mí. 

Hola gente bella, hermosa y preciosa. Casi nunca hablo en los capítulos porque siento que arruino un poco la experiencia, pero quisiera saber que tal va la lectura, si les gusta y eso, y quisiera pedirles que si ven un fallo de escritura, palabras pegadas o corrección me lo hagan saber, que al momento de copiar y pegar desde el archivo de Word, wattpad se vuelve loquito y me cambia las cosas alv. Gracias por su tiempo.

Algo en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora