D O C E

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-Entonces, explícame. -su respiración acaricia mi rostro, cierro los ojos por uno segundos.

Los abro y lo veo fijamente.

-No te entiendo. ¿Que pretendes que entienda? Primero apareces luego de no responderme las llamadas, me.. besas y duermes conmigo. Luego, te vas. ¡Como si nada! ¿Que es lo qué pretendes?

Alexer se muestra confundido desde que menciono sobre las llamadas. Lo veo pensativo.

-¿Que quieres decir con eso? -habla finalmente, ahora sí lo veo confundido. -Sage, tú eres la que no me ha contestado las malditas llamadas todo este tiempo. -ahora yo soy la confundida, arrugo las cejas ofendida.

-No intentes engañarme. Yo te llamé, ¡Siempre lo he hecho!

-Sage, nunca me contestaste. -replica y lleva su mano a su rubio cabello que tanto me gusta para despeinarse aún más, como que está perdiendo la paciencia o recordó algo.

-Alexer...

-¡Casi me vuelvo loco todo este tiempo, Sage! -alza la voz, por impulso cubro sus labios con mis manos, lo veo desconcertado.

Pero entiende cuando llaman a la puerta.

-¿Sage? ¿Todo bien? -pregunta mi madre al otro lado.

-No hables, sal de aquí. -susurro alejando lentamente mis manos de Alexer. Pero él se lo toma a broma y me deja ver una sonrisa divertida.

-¿Por qué no quieres que sepa que estoy aquí? -pregunta divertido, con el mismo tono bajo que yo.

-Alexer, sal de aquí. -demando señalando a la ventana, me giro y empiezo a caminar a la puerta.

-Si mamá. -siento una respiración en mi cuello, me estremezco de solo sentirlo en mi espalda.

-Dile que saldrás. -pide en un susurro atrayente, posa sus manos en mi cintura y entierra sus dedos en mi piel.

-Mamá, por cierto.. Nath quiere que la acompañe a comprar unos... -pienso y Alexer besa mi cuello logrando que diga lo único que se me vino a la mente. -¡Dulces!

Nath es amante de los dulces, aunque mi madre no me deje comerlos siempre que quiero. Solo cuando ella dispone y si me lo merezco.

-Dile que no dormirás aquí. -menciona en un susurro pero parece más una orden que seguiré porque me encanta él, cierro los ojos unos segundos saboreando de su cercanía y mis latidos desenfrenados.

-Y... Ver películas, ¿Puedo ir? -no escucho su voz, Alexer siento la mano del rubio remover suavemente mi cabello. -Será una pijamada.

Dudo que quiera aceptar. Seguro dirá que es tarde y me va a gritar un rotundo que no, la conozco, es demasiado sobreprotectora cuando se trata de mi.

-Pasaré por ti mañana, escúchame 6 am, Sage. Y quiero que me informe a que hora te duermes y cuantos dulces comes. -quedo sorprendida por su respuesta. Aunque no lo vea seguro sintió el efecto Cavalier como para aceptar sin más.

Escucho pasos alejarse, me alejo de Alexer rápidamente y le dirijo una mala mirada.

-Basta con eso.

-¿Te pongo nerviosa? -pregunta divertido, sabe que si, pero quiere oírlo de mi. Entre cierro los ojos mirándolo.

Lo señalo. -No saldré contigo.

-Oh ¿Enserio? -finge sorpresa. -Sé que lo harás. -sonríe de lado, sus ojos se encuentran clavados en los míos y sus pupilas se hacen un poco más grandes de lo normal. -Te veo afuera, calabaza.

ALEXER. CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora