ALEXER. CORRIGIENDO

T R E S

7 MESES DESPUÉS…

Por… Ya perdí la cuenta. No tengo idea de cuantas veces al día durante 6 meses le he estado llamando.

Y no me cansaba de hacerlo hasta hoy, no quiero dejarlo ir tan rápido pero es mucho tiempo y definitivamente algo anda mal. Él no haría esto, menos conmigo.

La llamada manda a buzón siempre, nunca contesta. No apareció antes de que me vaya, no pude verlo por última vez, tenía la ilusión de verlo y decirle que a los 18 volvería o algo... Lo único que tengo de él, son recuerdos y el regalo de mi cumpleaños.

Que es un brazalete de oro, que dice "Calabaza"

—¿Sigue sin contestarte? —pregunta Nathalie. Sus ojos color avellana se clavan en los míos.

Niego con la cabeza. —No, comienzo a creer que definitivamente ha perdido el teléfono.

—No sé cuántas veces desde que te conozco dices eso, ¿No hay otra manera de contactarlo? ¿Correo? ¿Él teléfono de su casa?

—Si, ayer intente llamar al teléfono de su casa. Nadie contestó, volví a insistir y su padre me mandó muy a la mierda. —comento, frustrada. Dejo caer todo mi peso sobre la cama con los brazos extendidos.

Nath se pasea por la habitación en la silla del escritorio que tiene rueditas.

—Entonces, ya no insistas. Hay mejores chicos en el curso y detrás de tu cara bonita.

—Tal vez... Si le enviase una carta... Si, eso podría funcionar.

Me levanto de un salto y corro a buscar papel y lapiz.

—No tienes remedio —la escucho bufar.

1 AÑO, 2 MESES…

08/09.

Mañana es el cumpleaños de Alexer Cavalier.

Cumple 18 años.

Mi madre ha mejorado como psicóloga, no le he contado a nadie más que a Nathalie sobre mi "maldición" la cual no se la ha creído hasta que mi madre se lo confirmó. Desde que salimos del pueblo, no he vuelto a pasar por lo mismo. Me he vuelto paranoica en la ciudad. Chico que se acercaba, chico que buscaba con la mirada días después para verificar que no esté muerto.

—Tu príncipe rubio y de ojos brillantes, como me describiste cumple años mañana. ¿No? —la voz de Nath me saca de mis pensamientos, desvío la vista hacia ella, que se encuentra en las escaleras de incendios al otro lado de mi ventana.

—No es mi príncipe y sí, mañana cumple 18 años. —evidentemente, me siento mal. ¿Por que lo hizo? ¿Por qué se alejó de mi? ¿También temía morir? ¿O conoció a alguien más?

La carta nunca tuvo respuesta y eso me decepciona cada dia que pasa.

—Ayer, Jonas sufrió un accidente. —me comenta comiendo su helado. La brisa golpea su cabello, el cual se le pega junto con el helado.

Aguanto una carcajada.

—Espera... ¿Jonas? ¿Jonas Cop? —me acerco a la ventana, curiosa.

Jonas es un compañero en la clase que voy con Nathalie, a ella no le agrada él ni cruzan palabra pero las únicas dos veces que nos cruzamos con Nathalie, me miró raro, como escaneando mi apariencia.

Y lo vi por última vez anteayer, estaba perfectamente completo. ¿Que pudo ocurrirle?

Mi maldición se quedó en el pueblo, me convencí de eso. Dudo que lo sea ahora porque mis compañeros, no están muertos.