XXXVIII

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Despierto con un fuerte agarre a mi cintura y un cuerpo duro pegado a mi espalda. Entorno los ojos a causa de la luz del sol que se cola por la ventana de cristal y me encuentro frente al rostro de Kyler dormido.

Ahogo un grito e intento levantarme pero el agarre de otro cuerpo me lo impide. Me giro lentamente para observar a Alexer detrás de mí sosteniendome con un solo brazo.

—¿Que...? —cierro la boca, dejo que el silencio inunde la habitación, en lo que ellos están dormidos.

Bajo la mirada al abdomen de Kyler, en la parte donde tenía el cuchillo enterrado, tiene la zona cubierta por una gasa quirúrgica teñida de rojo.

Su pecho sube y baja con tranquilidad, veo por sobre mi hombro a Alexer, dormido, con su cabello rubio despeinado y su semblante tranquilo, una sensación extraña recorre mi cuerpo al momento en que la mano de Kyler me guía a mirarlo, sus ojos verdes oscuros me examinan por unos segundos.

Por un momento se me olvida como respirar. Mis ojos siguen los suyos hasta que la comisura de sus labios se eleva en una sonrisa de lado.

Acerca su rostro al mío, no me muevo ni pestañeo ante su acto. —¿Que miras?

Susurra con un tono ronco y seductor, digno de él, solo que esta vez, su voz se escucha más profunda por lo que se acaba de despertar.

No respondo, solo me limito a soltar el agarre de Alexer de mi cintura y levantarme de en medio de ellos. Con unos nervios extraños salgo de la cama y me dirijo al salón del departamento, no tardo en sentir la mirada de Kyler y sus pasos seguirme.

Me detengo y me giro para encararlo. —¿Necesitas algo?

—Si. —responde llegando a centímetros de mi, su respiración es tranquila, su nariz puede rozar la mía con su cercanía. —A ti.

Aún mantiene esa voz profunda y ronca, mis nervios aumentan al oír sus palabras tan directas, me estremece su acercamiento.

—Kyler. —advierto mirándolo a los ojos.

—Por fin vuelvo a oír mi nombre salir de tus labios. —sonríe a boca cerrada. —Pero no como me gustaría.

—¿Que pretendes? —retrocedo unos pasos.

—¿Yo? Nada. Solo estoy herido. —baja su mirada a la herida de su abdomen.

Me limito a mover la cabeza, asintiendo y me dirijo a la cocina por un vaso de agua. Mis ojos se posan en los de Kyler acercándose a la isla de la cocina.

Apoya sus manos sobre esta y se inclina a mí.

—¿Lista?

Frunzo el ceño, confundida.

—¿Para qué?

—Para lo que se viene. —me deja desconcertada con sus palabras, sus ojos bajan de los míos a mis labios y en un impulso sostiene mi mentón y me jala a él logrando pegar sus labios a los míos.

Reacciono casi al instante y lo alejo de mi rápidamente.

—¡Kyler! —suelto su nombre en un susurro más alto, él sólo ríe.

—Bien, bien, relajate, fiera. —sonríe aún más.

Desvío la mirada de él.

Por mi mente ronda la pregunta de si él era el hombre que se interpuso cuando nos siguieron a Alexer y q mi en la moto. También si es él a quien le disparé cuando estuve con Aedam y me sacó del lugar en ruinas lleno de asesinos.

Abro la boca dispuesta a preguntarle pero la cierro nuevamente, no es momento y no creo que me responda.

Probablemente no es él, aunque su apodo me hace pensar que puede ser él a quien le disparé para salvarme el pellejo ese día.

ALEXER. CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora