No puedo dormir, en mi mente sigue una especie de eco de las voces acusadoras, todas las palabras que llevan diciéndome desde el primer homicidio.
Observo en la oscuridad, me levanto por ratos y me asomo a la ventana con la viva esperanza de no encontrar al asesino del otro lado, tambien con el miedo de hallarlo ahí, espiándome.
¿Quién es la persona que está asesinándolos? Supongo que nunca podré saberlo si la Unica sospechosa soy yo.
Pero... ¿Que ganaría con matar solo a los de mi clases? Tal vez es venganza, y soy la carnada para que siga libre. ¿Querrá matar a todos y luego a mi?—¿Y si quiere matarme? Quiere hacerme responsable de sus delitos y luego que ya no le sirva acabar con mi vida.. —musito entrando en desesperación cada palabra me convence. —¿Quién quiere hacerme tanto daño?
Mi mente se ha vuelto mi peor enemiga, llevo todos los días, cada minuto y cada segundo con los recuerdos, el eco de las palabras de esas personas acusándome sin prueba alguna.
Seguro el asesino quiere llegar a mi o solo quiere embarrarme y posiblemente asesinarme cuando ya no le divierta ver mi sufrimiento, pero.. Una sola pregunta se pasea por mi cabeza.
¿Por qué aún no ha intentando matar a Alexer? ¿O ya lo ha intentando? ¿Lo habra intentando?
Alexer no sale a menos que sea conmigo. Odia a las demás personas, me ha dicho que no los soporta. Que ellos simplemente intentan culpar alguien sin pruebas. A mí, por ejemplo.
Porque no hay pruebas que confirmen que yo fui y aún así ya me quieren linchar en la plaza, en frente de todos, nos tratan de brujas y de muchas cosas más terribles. Las personas nos tienen odio. Vivir aquí es un infierno, ellos siguen buscando pruebas, creen que algo escondemos por ser como somos.
Mi enfermedad es la que les hace pensarlo; la enfermedad que conlleva mis ojos que me hace ver más joven de lo que soy y creen que es gracias a los sacrificios humanos.
Pienso en regresar pero unas piedras golpean el vidrio de la ventana lo cual me hace pegar brinco en mi lugar. miro a todos lados con un miedo infernal, temo que aparezca y me mate. Aunque el miedo de eso es cada vez menos ahora es peor, pienso que ahora sería lo mejor para mi. Al menos, ya no sufriría lo que sufro cada día en este maldito pueblo, donde me siento un fenómeno entre ellos.
Me escondo bajo las cobijas e intento dormir pero vuelve el sonido y con ello el pequeño aparato vibra en el puff, corro hacía el, solo suena cuando es de...
—¡Alexer!
Cierro los ojos un poco aliviada, pero en mi mente siguen sonando las voces, torturándome. Es como un trauma del cual no me puedo liberar, no mientras sigan acusándome.
Tú eres la asesina…
No lo soy… Yo no los maté.
Lo eres, estas maldita!
Respira, Sage, respira. No es verdad, ellos mienten, solo intentan culparme por miedo, solo eso. No soy una asesina.
—¿Sage, me escuchas?
Abro los ojos al momento que me saca de mis pensamientos.
—Estuve esperando tu llamada... estaba... preocupada
—Justo eso... Acércarte a la ventana —me acerco temerosa y lo veo ensangrentado. El aparato se resbala entre mis manos y lo nota. Intenta subir la loca altura que nos separa hasta que tengo la opcion de abrir la ventana.
Levanto la mano en direccion cuando con la mirada señala el cerrojo. Me deshago de dudas y le permito entrar. Mi madre no tiene tanto dinero para poner barrotes a la ventana.
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ALEXER. CORRIGIENDO
Mystery / Thriller1| La realeza maldita. COPYRIGHT © 2020 Evadne Reed. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio o procedimiento, tampoco se acepta copiar palabras o frases de este libro, sé original y creativo...