V E I N T E

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La chica de cabello naranja se muerde el labio mirando al chico que es más alto que yo, antes de desaparecer.

Nath y yo nos giramos, los encaro y son los mismos con los que intercambié mirada hace unos momentos.

Los puedo ver más de cerca ambos visten con ropa oscura, ella tiene la piel pálida, sus labios de un tono fucsia, sus ojos negros me examinan. Ella está frente a mi y su hermano detrás de ella con su brazo sobre su hombro, veo que tiene dos brazaletes en el con detalles negros y perlados, ambos me miran y Nath a mi lado me da codazos disimulados.

—Es un privilegio conocerte. —habla ella, su hermano se mantiene en silencio con una mirada sombría sobre mi y de a ratos en Nath.

—¿Por qué? —pregunta Nath evidentemente curiosa. —¿Quienes son?

—Izan Wester. —señala primero a su hermano, luego a ella. —Izela Wester.

Ignoran a Nathalie y se concentran en mi, sus nombres son demasiado hermosos y misteriosos como ellos.

—Yo soy... —empieza Nath pero Izela la mira como si fuese una mosca, no la deja hablar con una seña de silencio.

—¿Eres Sage? No verdad. —le habla en un tono cortante. —Entonces, puedes dejarnos hablar... ¿A solas?

—Ella es mi amiga, puede oírlo. —defiendo aunque hay cosas que ella no tiene que saber, pero no quiero que se sienta mal.

—No puede. —está vez habla Izan, con una voz grave y un tono cortante.

Izela pasa su brazo en el mio y me aleja de Nath con tranquilidad, pierdo de vista a la rubia entre la multitud que sale y entra, Izan va a mi lado con las manos en sus bolsillos.

—Esperen. —me detengo. —Yo no los conozco, ¿Como es que saben mi nombre? ¿A donde iremos?

Los veo desconfiada.

—Larga historia, ven. —contesta Izela con simpleza. Niego con la cabeza.

Veo que Izan pone los ojos en blanco.—Si vienes con nosotros, podrás salir conmigo.

Levanto las cejas, confundida.

—¿Que? ¿Por qué querría eso? —me cruzo de brazos y mi respuesta les causa cierta sorpresa y a él medio ofendido.

—Oh... ¿No quieres una salida con mi hermano? —Pregunta Izela con extraña sorprendida.

—Recién acabo de saber de su existencia, ¿Por qué querría eso? —Bufo y sonrío mirándolos.

—Una chica inmune a tu encanto. —susurra y empieza a reírse.

—Déjalo, Izela. —contesta torciendo el gesto.

He de admitir que es atractivo. Tiene ese aire de oscuridad y misterio, pero también como si odiara a todo ser con vida.

—Oh, por favor, Izan.

—No está lista para mi.

—No, tu no estás listo para mi. —replico aún cruzada de brazos.

Abre la boca para hablar pero la cierra rápidamente.

—¿Pueden decirme para que me buscan? —miro al techo y luego a ellos ya frustrada. ¡He dejado a Nath por ellos! ¡Quiero ver a Alexer y están aquí creándome más crisis existenciales!

—Bien, bien.. Sin presiones, tienes que venir con nosotros.

Sospechoso. —musito para mi. Carraspeo y niego con la cabeza. —¿A donde? ¿Por qué motivo?

ALEXER. CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora