capitulo 20: me largo

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—¿Estás bien?— me pregunta cargando me hasta la entrada de la iglesia donde hay un sofá, me acuesta ahí.

—ya estoy bien— me siento y el me da un vaso con agua, como mis manos tiemblan el vaso apenas puede mantener el agua.

—no lo estás y lo sabes— odio que me conozcas —te amo, eres mi niña.

—y tu mi hombre favorito— lo abrazo —encerio eres lo mejor en mi vida— acomodo su cabello.

—bueno pero ¿Te gusta tu nuevo apodo? Prima, para hacerlo dramático.

—ja ja yo muriendo por tú culpa y vienes y dices eso.

—sabes que me amas..

—yo no amo a nadie.

Me guiña el ojo— sé que en el fondo soy lo mejor de tu vida— sonríe.

—yo no creo eso.

Se acerca a mí oído —eso no lo decías en mi cama.

Mis ojos se agrandan —¿No puedes acordarte de eso en otro momento? Yo estoy en una crisis y me recuerdas esas cosas cochinas.

—pero lo disfrutaste, aunque abajo de ese hermoso vestido está una diosa en...— le callo la boca.

—basta ya— digo riendo —que viene ese hombre y sí escucha algo de esto estoy más que muerta.

—esta bien pero acuérdate que no puedes vivir sin mi, niña.

—eres el hombre mi vida pero no por eso vas a estar 24/7 conmigo.

El ríe —ya veremos.

—alejate de mi mujer— dice mi jefe.

—¿Que?— frunce el ceño —¿Tú mujer?— me ve y luego a el —lamento informarte que ella es MI niña— enmarca esa palabra.

—es MI mujer así que mejor ni te acerques— su vena en el cuello se tensa cada vez que está molesto y vaya que lo está, esa vena quiere explotar y salir de ahí.

—basta no soy aquí de nadie, ni que fuera un trofeo, aquí nadie me gana, parecen dos niños pequeños.

Bufo y me cruzo de brazos.

Me siento indignada.

Dos hombres peleando de quién soy ¡Bah! Por favor maduren.

Todos salen a ver me ¡Cómo si yo les importo! Mi prima y los chinitos vienen corriendo.

—¿Que le dió?— dice mi prima angustiada.

—nada importante, baja de azúcar— le hago una seña a mi querido David para que cierre su boca.

Mi jefe se va corriendo tras mi ex y ¿Habla con el? ¿Por qué rayos habla con el?.

—ven vamos a la fiesta y te relajas, comes muchos dulces y azúcar— dicen ambos recién casados.

Asiento de mala gana.

Nos montamos en el auto y al lado viene David y al frente a mi jefe, esto si es incómodo.

Me ofrecen una copa pero David la quita —no puedes tomar — frunzo el ceño.

—anda, solo un poco, por fis— niega.

—sabes porque lo digo y tú misma sabes, así que no— besa mi mejilla y sonrío —asi se te convence.

Mi jefe gruñe pero no le presto mucha atención.

—vi que al salir de te calló algo de la mano ¿Que era?— dice mi prima.

Mis manos tiemblan de tan sola recordarla —nada—volteo la mirada a la ventana.

—habia... sé que no te hace recuerdos buenos y sé que dónde estabas sentada estaban todas— dice el chinito.

Me agarra la mano mi prima —¿Fue eso verdad? Eso fue lo que te puso mal.

Niego —encerio tranquila, solo me sentía mal en la mañana nada más. Esas...eso, no me trae buenos recuerdos si es verdad pero no puedo hacer nada con eso.

—¿Sigues yendo?— dice David.

Le hago una señal —por favor no empieces y menos al frente de mi esposo— el no entiende —te lo presento, William David y David William, el es mi esposo— su ceño fruncido sigue igual que siempre ¿Cuando el estará feliz? Solo lo ví reír con los chocolates la verdad —y David es...mejor no digo más nada sobre el, simplemente alguien especial en mi vida.

—¿El no lo sabe verdad?— niego.

—deberias decirle—me dicen los tres.

—¿Decirme qué?.

Ahora ya estoy muerta —nada importante, no creo que le interese.

—¿Sigues yendo o no?— me pregunta de nuevo.

No voy porque no debo ir.

—ya no voy, fué hace unos años, no necesito seguro yendo a un lugar donde fuí obligada a ir.

Las camas....la sangre.

Agito mi cabeza para no recordar todo eso.

Llegamos la lugar justo a tiempo.

Los novios bajan y todos los saludan, luego a David, hermano de el chinito solo que el es americano, bajamos nosotros dos.

Mi jefe me anda preguntando que oculto pero encerio no quiero recordarlo y mucho menos hablarlo aquí —ganate mi confianza y lo haré.

—vamos, no creo que sea tan malo.

Mi vida es la peor del mundo, las cosas que e vivido, dicho, hecho ,tenido que ver y sufrir no son para nada buenas y mucho menos mi estilo de vida.

—que no y punto.

***

Toda la boda me la e pasado sentada sin nadie.

—ven te acompaño— se sienta al lado mi jefe —no pienso separarme de tí ni dejarte sola, estás mal y no quiero que pase a mayores.

Awww.

—porque luego se atrasado viaje y odio lao hospitales.

Cómo siempre arruinando todo pero aunque sea te quedas.

—llevo más de 7 horas sola y ¿ahora es que vienes a pensar que si me pasa algo llegarás tarde? — ruedo los ojos.

Se acerca la peor persona de este universo —ven Willi vamos a bailar— se pone de pie a bailar con ella.

Ya en la pista ambos se ponen a bailar sensual.

Luego viene a reclamarme toda la noche sobre que soy su esposa y debo darle su papel de esposo.

Estoy cansada de este día, estoy cansada de esta vida de pacotilla.

Me largo.

Me pongo de pie y salgo del evento, no me despido siquiera de alguien, tomo un auto hasta casa. Al llegar subo las escaleras, entro a mi habitación, busco mi maleta y guardo todas mis cosas en ella, me dejó el vestido y todo, bajo hasta el auto. Me lleva hasta el aeropuerto, entro de una vez ni nada de muestra el pasaporte, me llevan hasta el jet privado, subo y rápidamente ya estoy volando a casa.

Encerio no soporto más esto y solo tengo una semana.

el beso del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora