capitulo 45: la ginecóloga

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—¿Amor, dónde está mi corbata?— me dice William.

—bebe te dije que en la cama— le digo desde el baño.

—¡No está en la cama! ¡Mujer ayuda!— salgo del baño molesta.

—¿Dónde estás ?— le digo —en la cama, entonces si no lo ves, párate y verás mejor— se levanta.

—¡Ya me levanté y lo busque!.

—no me hables así— le digo viéndolo mal.

Veo la sábanas y ....ahí está —toma— le lanzo la corbata.

—¿Dónde estaba, amor?— me pregunta.

—estaba en la cama ciego.

Ruedo los ojos y entro al baño.

Me pongo un vestido pegado a mi cuerpo lila y salgo —¡Estás hermosa!— me dice —ahora cámbiate.

—si estoy hermosa ¿Para qué me voy a cambiar?— me cruzo de brazos.

—porque estás hermosa, luego te ven las— lo beso para que se ponga en modo off.

Me separo de él y me pongo las medias —te quiero— me besa la frente.

Yo también te quiero.

No pienso pero no lo digo.

El me pone los zapatos y besa mis piernas, me levanto y voy al baño de nuevo a cepillarme.

Mi teléfono suena.

William lo agarra y frunce el ceño —¿Por qué te llama Ferdinad y te dice “nos vendo luego”?.

Lavo mi boca y salgo —porque voy a salir con el— digo agarrando mi bolsa.

El me mira mal —¿Que van a hacer?.

—cosas que no te incluyen, vengo en la noche.

—¡Intento pensar hablando tu con el pero no puedo!— me exclama molesto. Se cruza de brazos y me gruñe.

—yo hablaba contigo antes y tú fuiste quien me propuso tener el maldito contrato ¡No te entiendo! Tranquilo solo unas semanas puedes ser libre y acostarte con cuánta rubia se te atraviese.

Le arranco mi teléfono y salgo molesta.

Llamo bajamos las escaleras a Erica para que ya esté lista, toda la semana la pasé trabajando, pero es viernes y...estoy nerviosa.

Abro la puerta de la casa —cuidate— me dice Ángela.

Ella saldrá con el hermano menor de Axel, que también irá por los resultados conmigo, la fin llegó de su viaje, regresó y se volvió a ir.

Saludo a ambos.

Entro al auto y el maneja hasta la clínica privada, bajamos del auto y nos agarramos de las manos. Vamos hasta recepción.

—buenas, los resultados de Angelina Meyer.

—aqui tiene y espero que sea positivo para que ese niño salga muy guapo como su padre— me dice la señora.

Mi etapa mejor amiga celosa se prende.

—mi amor vamos a ver los resultados— me dice.

—no vuelva a ver a mi esposo así— la amenazo y salimos de ahí.

—mi amor encerio ¡Abre esa mierda! Yo quiero ser tío y también puedo ser padre.

—me parecen grandes opciones ambas.

Abro el sobre y lo miro —no estoy embarazada— les digo triste —estoy Requeté embarazada.

Ellos rien —¡Vamos hacer tíos!— me abrazan.

el beso del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora