Me muevo incomoda en la camilla. William no está, no lo siento, ya se pasó al sofá.
Quieres seguir durmiendo pero el sonido de la puerta hace que abra los ojos asustada -solo te vengo a poner medicamento- me dice una enfermera.
Me acuesto de nuevo a dormir.
Al despertar no lo veo en el sofá, me acomodo en la camilla, anoche me dejó adolorida.
-¿Cómo estás?- se sienta a mi lado y comienza a revisarme -sexo anoche- me dice sonríendo.
-¿Viste el chupetón o mi cara lo reveló?- ella ríe.
-el chupetón, tienes cara de poker, nadie sabe que quieres.
Le guiño el ojo -ese es el truco.
Ella revisa a las niñas y me dice que hay algo raro pero no sabe que es, que hará unas investigaciones pero por ahora nada de que preocuparse.
-¿Puede ser el tercer bebé?- le pregunto y ella ríe.
-¡Que cosas inventas! No es un tercer bebé ¡A qué es niña!.
Suelto una carcajada -a que es niña.
-buenos días- saluda alguien que no conozco -hola, soy tu ginecólogo nuevo.
Asiento -estare velando por tí este tiempo aquí y también me encargo de tu parto ¿Ya pensaste como lo quieres?.
-natural y en caso de emergencia quiero cesárea.
Asiente.
Tocan la puerta -mi amor que dejes el estrés- dice la persona que más odio en este mundo.
¡Maldita! Por tu culpa estoy aquí...
Muérete ¡Nadie te va a extrañar! Iré de blanco el día de tu funeral y le voy a perrear a tu cadaver.
Entra William detrás de ella que ni me mira -¿Ellos son...?.
-personas que no deben estar aquí- digo viendo a Sasha directamente.
-¿Es la perra?- me susurra la doctora y asiento -saliendo de aquí la agarro.
Río cómplice.
Ojalá lo haga.
-te haré una ecografía pero por tú parte íntima- asiento.
Me dice el nombre de la cosa esa, me dice que no debe dolor, si lo hace debo decirle, solo es una incomodidad y ya.
Me pide abrir mis piernas, estaba relaja hasta que lo sentí.
Aunque sea el doctor es guapísimo y es joven de a penas 24 años, como me ve también le gusto.
Siento una incomodidad y el revisa el monitor, yo cierro los ojos encerio no me gusta nada sentir eso.
Los abro para ver a esas dos, las niñas justo me patean ambas.
Saca el aparato rarito de mí -¿Eso me tocará cuando esté embarazada?- dice Sasha.
Me acomodo en la camilla con dificultad por el peso de las niñas -no duele, solo no estás acostumbrada, pero cuando estés embarazada no ajuro debes hacerte este, yo por el rasgo de peligro de esas dos niñas.
Se mueven haciéndome reír -cuando se mueven te va a causar cosquillas.
-¿Se pueden ir?- dice la doctora molesta -ya no tienes excusa, eres el padre y viste a tus hijas en un momento incómodo para mi niña.
Siempre caigo.
Me digo a mis misma, lo miro y el está viendo con el brillo que me veía a mi a Sasha, ella lo mira de la misma forma.
ESTÁS LEYENDO
el beso del infierno
Romance¿besar a lucifer? ¿besar a mi jefecito? nunca digas siempre. siempre me comportaré bien, patrañas de niña de 10. ahora que tengo 21, ahora me estoy dando cuenta que soy un desastre, todos se burlan de mi vida, pero tengo un detrás de esta cara. -¿qu...