capitulo 40: después de todo

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Ahora creo que me estoy volviendo un poco paranoica.

Me acuesto a dormir pero no dejo de pensar en esas noches —mi cicatriz en mi glúteo me lo hizo el hombre de ojos verdes, era rubio, alto como dos metros con más, siempre iba de negro, solo veía sus ojos porque nunca ví su rostro. Un día le pegué para que me dejara y el sacó un cuchillo, lo clavó ahí y me hizo heridas superficiales que se borraron con el tiempo en mis piernas.

—estas bien— me abraza —estas a salvo.

—¡Pero si tengo al hombre al frente de mí ojos verdes!— digo riendo.

—oye tampoco soy tan malo.

—te ves con cara de odio, la principio no en dejabas vivir y sigues haciendo lo.

El suelta una carcajada —¿Quién eres y qué le has hecho a mi jefecito?— el ríe.

—¿Por qué?.

—tu no ríes, eres lucifer, siempre gruñón.

—no soy tan malo.

—para una gran capa de hielo necesitas una gran cantidad de fuego y paciencia para derretir la, triste que soy hielo y no fuego para —me pasa sus dedos por mis labios acariciándolos.

—¿Quien dijo que soy hielo?— me sube a él y aprieta mis nalgas —soy fuego.

—quien manda es fuego en el hielo y lamento decirte que eres un pequeño fuego con un iceberg.

—¿Everest, eres tú?— se burla.

Me muevo de forma circular en su área —creo que este Everest te está apagando—el gruñe y me sube a su pecho yo suelto una carcajada —¿Te rendiste tan fácil con tu esposa? Aunque Ferdinand su sabría dar un buen —toca mi busto.

Rayos ¡Mal día para andar sin nada más que un vestido!.

Sus manos suben por mi vestido haciéndome sentir sus dedos calientes hasta que llega a mi busto, los aprieta y solo puedo sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo.

—veremos quien aguanta más— me dice el sonriendo pícaro.

Siempre gano lo que quiero.

Me dejo caer hacía atrás quedando en sus pies y dejando ver mi área para él —te ves tan deliciosa— sus manos tocan mi punto.

No hago nada, no me muevo, cuando me toque a mí verás que no podrás decir nada.

Sus dedos se mueven dentro de mí, no suelto ningún gemido y solo puedo estar sería —¿Lo mejor que tienes?— le digo malisiosa. Sus dedos son más rápidos, se siente divino, sus dedos tocando ni área pero no suelto nada, mi corazón va a mil porque el lo hace pero no tengo ni la respiración agitada.

El deja de hacerlo y frunce el ceño, le guiño el ojo, me pongo de pie y entro al armario con el detrás de mí, abro la tercera gaveta —¿Estás embarazada?— me dice pero no sé decifrar su rostro —?estás embarazada?— me vuelve a preguntar.

—eran para Érica pero ya la teníamos, estoy buscando algo— saco una foto y se la muestro —la ecografía de Erica— frunce el ceño —aqui dice que si es una niña o niño, yo ya sé que es pero quiero que lo adivines, creo que lo sabrás rápido.

El la mira —niño.

—sip, serás tío de un niño.

El sonríe y sigue viendo la ecografía, se ve tan tierno, seguro está pensando en sus hijos.

William POVS.

Unos bebés con Angelina me parece una gran idea.

Ella no toma píldoras anticonceptivas, ni tenemos protección, así que...el bebé de ambos hace que cambien las cosas entre ambos y con mi padre, eso haría un cambio increíble en mi vida, ella embarazada sería lo mejor.

—¿Cómo se hacen esas pruebas de embarazo?— pregunto curioso.

—todas se hacen iguales solo cambia el resultado, que si un moño, que si una carita, la de rayitas o las que te dicen cuanto tienes de embarazo— me la muestra —te dice si está o no embarazada y si lo estás te da el tiempo del embarazo.

—si te la haces va a salir negativo ¿No?— ella ríe y asiente.

—haces pipí en un vaso, yo porque creo que es medio raro hacerlo directo en la prueba, no lo sé, simplemente todos lo hacen con el vaso o la mayoría, lo metes por unos minutos indicados depende de la prueba pero normalmente de 3 a 10 minutos. Después de todo te da el resultado y ya.

—¿Te has hecho la prueba alguna vez?.

Chismoso.

—si— ¿Cómo así?.

—¿Entonces...— me interrumpe.

—no te creas, es una larga historia pero como ya sabes la historia, no soy virgen porque fuí abusada pero igual no lo soy, tal vez no lo hice por voluntad ni cociente pero lo hice, entonces un día tenía que hacerme una prueba para saber si estaba embarazada de el que abusó de mí, por eso la prueba.

—oh ok— tú pensando que se acostó con más mientras ella pasa por un momento difícil.

—¿Piensas que estoy embarazada de otro?—me pregunta.

Eso fue desprevenido.

—umm tal vez.

—¿Tienes hijos con la rubia? No lo creo, no estoy embarazada, estoy más que segura.

Yo quería jugar pero ella vino con su ecografía y terminando hablando de esto.

***


—basta ya— me dice molesta Angelina.

Nos sentamos a comer de nuevo —pero solo te estoy cuidando.

Rueda los ojos y levanta las manos al cielo —dios, dime qué hice mal para merecer esto.

—dios dile que se acueste— hago lo mismo que ella riendo.

Ella baja las manos y me mira mal, le hago cosquillas y se retuerce de la risa —¡Déjame!— dice pero no me detengo y ella ríe y me intenta quitar mis manos.

Sonrío al verla a la pobre todos roja y la suelto, ella sigue riendo y toma postura, volteo si cara y la beso.

La dejo en paz para que pueda vivir en paz —¿Qué haré contigo?.

—¿Amarme está en tu lista?— que me diga que sí por fis....

—ya veremos si está en mi lista si sigues así de fastidioso.

—no ando fastidioso.

—oh claro que no— dice sarcástica. Es igual a mí, el sarcasmo y humor negro va a delante de todo —solo me pones almohadas alrededor de mí cuerpo y me abrazas para que no me mueva y no duerma boca abajo, no me dejas ir al baño sola porque me dices que me voy a desmallar.

—¡Te estabas bañando y te desmallaste! Si no fuese estado ahí ¿Quien te salva? Además estabas malgastado agua cuando es muy cara y hay gente que no tiene.

—¡No me manipules!— me amenaza con el dedo y lo muerdo y se queda —auch, no hagas eso malo— me da en la mano como niña.

—mi bebé volvió.

Ella ríe —me robaste mi apodo ¡Era mío!

—pero si también pareces una bebé ¡Tenía que hacerlo!— ella frunce el ceño —ta' bien lo siento.

Ella sonríe —disculpa aceptada.

—desde que se sentaron están así ¿Que pasa?— dice la abuela riendo.

el beso del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora