capitulo 1: todo comienza.

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Mi despertador.

Ese maldito aparato debe morir, ¡Debe morir!, Lo odio con todas mis fuerzas
Me siento en la cama, boztezo, estiro mis brazos. Veo el reloj y casi en da un infarto ¡Son las 7:42 AM! Debo estar en mí entrevista de trabajo a las 8.

Corro al baño y al verme estoy peor que una bruja. Tomo el cepillo de dientes y me los voy cepillando mientras me baño, busco el maquillaje, corrector, polvo, delineado, rímel y crema para hidratar los labios.

Troto hasta llegar a mi armario, solo tengo dos opciones y elijo.... esta. La tomo y me pongo un vestido hasta las rodillas suelto color marrón claro casi mocca, una blazer larga del mismo color, unas botas tacón negras largas hasta las rodillas. El cabello me hago una cola alta y busco mis lentes.

Salgo de mi habitación —hola mi vida— me saluda mi mejor amiga.

—te amo— digo al ver mi desayuno, me lanza un beso —esposa, ¿Me pasas el cubierto? Por fa— ella me lo da —estas de buen humor.

—pero si le dijiste te amo, eso se llama buen humor, nunca lo dices.

—es que es el te amo a la comida porque la amo lo siento esposa.

Ella hace puchero y sigue cocinando, deboro la avena y la leche me la trago de una sentada —adios y que te vaya bien en tu entrevista.

Cierro el departamento, acomodo mi bolsa, voy hasta el elevador.

El elevador no funcionará hasta que dejen sus cochinadas.

¡A bajar escaleras por los mocos! Abro la puerta que da a las escaleras, bajo corriendo y es difícil con mis taco...me caigo y ahora me duele la pompi.

Es que seré bruta ¡Baja más lento niña loca!.

Ahora sí, bajo más calmada y salgo de mi edificio. Las calles de Boston son demasiado frías, me tapo con la blazer para que no me dé tanto frío, y eso que estamos en a mediados de mayo.

Veo un taxi y corro tras el, me abre la puerta y entro. Suspiro aliviada, le doy la dirección de la empresa de la Vermun Emprise.

Bajo del taxi, algo bueno es que ni había transito y eso es muy raro, las puertas de cristal se abren automáticamente que pongo un pie ahí.

Pero que elegancia la de Francia, la persona dueña de esta idea no tenía oficio porque yo pongo unas puertas normales de hale para que la gente piense que hay que jalar pero en realidad debes de poner toda tu fuerza en ella para que abra.

Grandes ideas para grandes empresarios se los dejo.

Voy hasta la recepcionista, ya me sé de memoria lo que me explica, me da una cosa de esas que van en el cuello soy la peor persona para los nombres yo soy de esa cosa que está arriba de esa cosa que está al lado de esa cosa ¡Soy así! Pero me amo.

O eso quiero pensar.

Veo que el elevador se está cerrando, entro antes que pase, marco el número...¿Cuál número? Ya sé 57, el elevador sube y sube.

Las personas solo se limitan a verme de arriba abajo.

Me bajo cuando marca el número 57, al salir veo una larga fila de chicas reviso mi reloj y son las 8:03 AM. Tengo un récord nuevo, me pongo de última pero me llaman.

Saco mi cabeza de la fila y me señala el señor que pase y salga de ahí, lo hago y me revisa de arriba abajo.

Me dice que debo pasar por una oficina y entregar mis papeles y luego me dirán que más.

el beso del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora