La traición de Roma | [Roma #2]

》Capítulo 5 ascensor.《

Si estás enamorada de dos hombres a la vez, escoge al segundo, porque si amaras al primero, no te hubieras enamorado del segundo
—Johnny Depp

SALVATORE

—¡No te veo! —grita Francesca molesta a través del teléfono.

Han pasado casi dos semanas desde la cena en mi casa, luego de que me diera su numero se largó, ese mismo día mas tarde le mandé un mensaje, luego de eso no hemos parado de hablar por llamadas, pero mas por mensajes, no todo el día, de hecho hay momentos en los que me contesta horas después, deduzco que esta drogada algo así, no quiero perturbarla y si la hostigo por mensajes lo único que voy a conseguir es que deje de hablarme. Me encanta la manera en la que todo se a dado con ella, cada vez que le escribo espero ansioso su respuesta a pesar de hablar de cosas banales como gustos y preferencias de cosas cotidianas, siento que nos estamos conociendo de manera lenta pero segura y hasta el momento lo que me ha mostrado de ella me gusta y de paso no pierdo la oportunidad de coquetearle, es una mujer atractiva y eso no se puede negar.

Hoy le propuse vernos, nada formal, solo salir como buenos conocidos de manera casual, me costó convencerla, pero finalmente accedió. No recuerdo mucho de Roma, asique la cité en un lugar familiar para mí, el parque a donde mi madre solía traerme para que patinara, traje mi skate, espero no se moleste, las chicas acostumbran salir a cenar o algo así.

—Yo si te puedo ver, ¿por qué te ves tan hermosa?, es molesto, no podré concentrarme.

Escucho una queja de su parte y apostaría que blanqueo los ojos.

—Si no me dices en donde estás voy a largarme —amenaza.

—Ya, ya —rio—. Está bien, ¿ves a los chicos jugar a tu izquierda?

Ella voltea en esa dirección —Si, los veo.

—Pues ahí no estoy —bromeo.

Veo su expresión, quiere reírse de mis estupideces pero se reprime.

—No estoy para juegos, ya dime donde estás.

—¿Te habían dicho que tu color es el azul?, ese vestido te queda perfecto.

Y es verdad, lleva un vestido de verano azul oscuro con flores negras, es ajustado en la parte de arriba, pero en la cintura se vuelve mas suelto y cae perfectamente por sus caderas hasta llegar a una altura prudencial para que nada se le vea si el viento lo mueve, lleva unas sandalias con tacón, pero no tan altos como los que usaba el otro día y su cabello va atado en una coleta alta, como dije, se ve hermosa.

—Salvatore si no me dices donde estás de verdad voy a largarme —advierte.

—Está bien ¿ves los juegos al frente tuyo? —pregunto acercándome tras ella sigilosamente.

—Si...

—Ya, ahora si miras al costado vas a ver un gran árbol, es el mas grande del lugar.

—¿Estás por ahí? —pregunta mirando el árbol.

—No, pero es un árbol muy bonito, ¿no crees?

Ella baja el teléfono y comienza a reírse bajo para que no la escuche, llego hasta ella y me posiciono a sus espaldas, cuelgo y guardo el teléfono en mi bolsillo, luego cubro suavemente sus ojos con mis palmas y le hablo al oído.