》Capítulo 13 Bruno y ella.《

7.9K 856 273
                                    

Me encanta que me conquisten, pero también conquisto —María Lucia F.

ALEC

—¿Vas a querer algo? —le pregunto a Allison mientras desayunamos.

—No, pedí por internet las ultimas cosas que necesitaba, por cierto, usé tu tarjeta —responde para luego mascar su manzana.

—Para algo te día la clave Allison, deja de informarme cada vez que la uses, sabes que si pudiera pondría una a tu nombre.

—Desventajas de ser una inmigrante ilegal —bromea.

—No por mucho, no creas que no me preocupo por ti, sé que no te he dado mucho tiempo y paso fuera del edificio, pero tengo muchas cosas que hacer, eso no quiere decir que no haya hablado con Abramio, el tiene muchos contactos, vas a ver que no será difícil que tengas la nacionalidad y un cambio de nombre si quieres.

Ella hace una mueca pensativa —Podría llamarme como una celebridad.

—¿Lady Gaga? —me burlo de su comentario.

—Claro, eso me ayudaría bastante con el asunto de mantener un perfil bajo.

Me encojo de hombros —Si, supongo...

—Alec —comienza dudosa—. ¿Como vas con Francesca?, supe que ayer tuvo un accidente...

—¿Accidente? —interrumpo serio—. Su nuevo llavero le disparó, eso no fue un accidente, fue un acto de estupidez absoluta y... —detengo mis palabras para procesar las de ella, entrecierro mis ojos—. ¿Como lo supiste?

—¿Qué cosa? —pregunta haciéndose la tonta.

—Lo de Carla, yo no te lo dije, tú no has salido de este piso y nadie ha entrado.

Ella parece notar su error —¿Sabes? Ahora que lo pienso creo que si me faltan cosas, ¿pues ir a com...?

—¿Saliste del piso? —pregunto con un tono serio.

Mi intención no es tenerla encerrada como si de Rapunzel se tratase, pero por el momento es lo mejor, las cosas no andan bien por aquí, nada en este lugar se me hace seguro para ella, solo quiero protegerla, le pedí una cosa desde que llegó, solo una maltita cosa y es que no salga del piso, tiene de todo en este maldito lugar y lo que no tiene es libre de comprarlo, no es como si estuviese secuestrada.

—No —se apresura a responder—. Puedes ser un idiota, pero sé que si no quieres que salga es por algo, aquí me siento segura.

—¿No mientes? —pregunto dudoso.

—No, por supuesto que no, te juro que no he salido de aquí.

—Entonces... ¿cómo lo supiste?

—Bruno me lo dijo —confiesa.

—¿Bruno estuvo aquí? —pregunto frunciendo el entrecejo.

No me dijo que vendría, quizá quería hablar de algo importante, quizá descubrió algo sobre los Moretti o.…

—No —contesta dudosa—. Hablamos por teléfono y me lo dijo.

Enarco una ceja —¿Desde cuando hablan por teléfono?

—Alec, no te pongas en ese plan, aparte de ti, el es la única persona con la que me dejas tener contacto, con los trillizos igual, pero ellos no tienen mi numero y no vienen muy seguido, fue Bruno quien me habló y honestamente es aburrido estar aquí sola, por lo menos puedo hablar con alguien que no seas tú.

—¿Segura que solo es eso? —pregunto en plan papá.

—Que si, pesado —blanquea los ojos.

La traición de Roma | [Roma #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora