》Capítulo 6 me gusta.《

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Mis afectos y deseos no han cambiado, pero una palabra suya me silenciara para siempre —Jane Austen.


ALEC
Presente.

—¿Y no tienes mas información que eso? —le pregunto a Bruno.

—Hermano, llevo dos horas contándote detalladamente lo que pasó desde que te fuiste, te mostré las filmaciones importantes desde que llegó Francesca, nadie la está obligando.

—¿Que sabemos de ese tal Salvatore?

—Aparte de que es un hijo de puta, nada, te dije todo lo que sabía y pude averiguar, su vida los últimos años es un misterio, solo sé que estuvo en un internado en Nagano, pero en general todo es un misterio con el y su familia, han sido muy reservados aunque siento que algo se me está pasando.

—¿Su apellido también te suena? —pregunto.

—Si, he buscado y nada, solo siento que lo he escuchado antes, mi abuelo no ha querido hablar nada del tema, te ha estado esperando, aunque tiene un genio de los mil demonios.

—No me importa Abramio, sigue hablándome de Carla, ¿que clase de relación tiene con ese tipo?, ¿la acosa o algo así?

Bruno suelta una carcajada —Es ella quien lo trae al edificio la mayor parte de tiempo y si no viene, es ella quien sale con el, no creas que ha sido un mes fácil desde que llegó, insisto, se volvió una perra, el primer día que llegó dejó bastante claro que no quería que ningunos de nosotros se le acercara.

—Ese imbécil se está aprovechando de ella, se está aprovechando de que está molesta con nosotros, Bruno tenemos que hacer algo, detesto que se le acerquen a mi chica.

—No es tu chica Alec, ella terminó contigo.

—Me importa una mierda, esto no se acaba hasta intentar de todo, ella es mía y yo soy suyo, así lo impuso ella y eso no va a cambiar, no me importa la sarta de estupideces que salieron de su boca, está enojada, bien, pero eso no quita que me ame, ella jamás me engañaría con otro tipo.

—Alec, no quería decírtelo pero no encuentro forma de que lo entiendas...

—¿Decirme qué?

—Hace unas semanas fui a comprar equipos nuevos, ya sabes, con tu búsqueda estropee algunos...

—Al grano, Bruno —blanqueo los ojos.

—Cuando llegué me los encontré en su auto muy acaramelados...

—Deja de decir estupideces —suelto molesto—. Debiste ver mal, ella no ha besado a nadie que no sea yo, fui el primero y seré el ultimo.

—Alec, si no los interrumpo hubiesen hecho algo mas que besarse, el tenía sus manos en...

—¡Cállate! —grito molesto.

—Alec, cálmate —dice Allison quien había guardado silencio.

—¿Que me calme?, me acaban de decir como otro imbécil se atrevió a tocar a mi chica.

—Si te sirve de consuelo llegué a tiempo, los interrumpí y rayé su auto con mi llave, pude electrocutarlo pero Francesca le advirtió quitándole lo divertido a la vida —intenta bromear pero mi semblante sigue serio.

La traición de Roma | [Roma #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora