》Capítulo 12 canciones.《

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No solo te debes alejar de alguien cuando las cosas se ponen difíciles, sino que debes encontrar una manera de resistir y descubrir qué salió mal
—Shana Norris.

ALEC

—Si no quieres perder tu licencia no vuelvas a tocarla —le advierto al imbécil del doctor.

El levanta sus manos a modo de rendición —Necesito tocarla para curarle las heridas.

—La herida está en la pierna, no en la cara.

Carla blanquea los ojos —Cierra la boca Alec, ¿ya me puedo ir? —le pregunta al doctor.

—¿Irte? —pregunto confuso—. Te dispararon...

—Eso ya lo sé genio —suspira—. No es que tenga que darte explicaciones, pero lo haré para que te largues rápido, Claudio dijo que no era grave, la bala solo me rozó, ni siquiera impactó en mí.

Miro al doctor esperando una confirmación de lo que dice —Es verdad —dirige su atención a Carla—. Pero desgraciadamente no te puedes ir, quiero tenerte en observación, hay bastantes cosas que me preocupan, voy a realizarte exámenes, solo serán unas horas hasta que estén los resultados y pueda hablar con fundamentos y no suposiciones, pero... —nos mira dudoso—. Te dije lo que me preocupa y estoy en mi deber de descartarlo, voy a tomar muestras para tus análisis y luego te daré un relajante muscular para que puedas descansar.

Carla blanquea los ojos —Está bien, pero quiero estar sola, es perturbador que me vean dormir.

El doctor ríe —Nadie te verá dormir —nos mira—. Caballeros, ¿serían tan amables de retirarse?, cuando termine con ella puedo darles mas detalles afuera si ella lo permite, de verdad solo fue el susto, Francesca está bien... en lo que cabe.

—Encantado —responde Fabbian—. Pero me gustaría hacerle unas preguntas a Francesca, es el protocolo.

El doctor la mira —¿Quieres o prefieres que vuelva mas tarde?

Ella suspira cansada —Está bien, que haga las preguntas.

—¿Quien te disparó y por qué? —va directo al grano.

—Le disparó un guardia —intervengo—. Estaba hablando con ella en el jardín y uno de los chicos del personal estaba limpiando su arma, se le disparó por accidente, afortunadamente nada pasó a mayores, puedes sentirte con la libertad de ir al edificio y conseguir tus pruebas, hay mas de veinte testigos, la mayoría del personal estaba rondando cerca, lamentablemente las cámaras están en mantenimiento el día de hoy, pero nuestros testimonios son suficientes, ¿no?

—Adoro que siempre tengan una coartada para todo —sonríe con sarcasmo—. ¿Es verdad lo que dice? —le pregunta a Carla.

—Si —responde con seguridad—. ¿Ahora puedo estar sola?

—Francesca...—comienza el imbécil de Salvatore.

Ella mira de reojo al policía inepto —No es el momento para hablar, de verdad quiero descansar un poco, hablemos mas tarde, ¿si? —le propone.

—Está bien preciosa —le responde él.

La ira inunda cada parte de mi ser, el hecho de que respire cerca de ella me molesta, que le diga preciosa es otro nivel.

La traición de Roma | [Roma #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora