》Capítulo 18 no puedo.《

7.2K 895 905
                                    

La vulnerabilidad siempre se encuentra en el corazón del amor de quien ama
—Leo Buscaglia.


ALEC

Básicamente lo que sucedió es que le conté a Abramio todo con lujo de detalles, el me escuchó atentamente pero no hizo nada, según el debíamos conversar todos juntos y aún no estábamos en condiciones, en ese momento quise golpearlo a el ¿que parte de que intentaron matarnos no entendió?, lo único bueno de todo es que desde que ocurrió esto hace cuatro días Carla no a salido del edificio según la información que Sebastián diariamente me da, al parecer Abramio le pidió que se mantuviera al margen solo por unos días hasta que se tomara una decisión y ella a regañadientes aceptó y solo a venido su amiga Fernanda lo cual me tranquiliza, por lo menos ese hijo de puta no la va a poder manipular, las pruebas están a la vista.

He hablado con los chicos por teléfono, Bruno como era de esperar tenía uno de repuesto y sacó todo lo importante del teléfono que perdió por lo cual no sirve de nada si alguien lo encuentra, los trillizos ya están mucho mejor, yo igual solo que necesito bastante tiempo para recuperarme de la pierna por completo ya que el herida fue profunda, de igual manera ahora voy a juntarme con los chicos en la habitación de Bruno ya que por su costilla es el único que aún no se puede parar de la cama.

—¿A donde crees que vas? —me pregunta Allison en cuanto presiono el botón del ascensor

Es terrorífica la manera en la que descubre cada vez que pongo un pie fuera de mi habitación y me envía devuelta a la cama.

—Voy a ver a Bruno, no te alarmes.

—Alec tienes que guardar reposo, el doctor dijo que...

—Ya lo sé, no seas fastidiosa, llevo cuatro días en esa cama —interrumpo.

—¿Puedo acompañarte?

—Buen intento, te toca elegir una película para cuando vuelva.

—Voy a elegir una para niños —murmura molesta.

Blanqueo los ojos ya que no me importa, de todos modos odio ver televisión, me subo al ascensor para ir donde los chicos, al llegar camino hasta la habitación de Bruno conociéndome el camino de memoria, entro sin tomarme la molestia de golpear, lo primero que veo es a Bruno sentado en medio de su cama concentrado en su laptop y a los trillizos acostados a su alrededor sin un orden en particular.

—¿Por qué nadie me invitó a esta orgía? —Bromeo al entrar.

Los chicos reparan en mi presencia —Te equivocas preciosura, te esperábamos para iniciar —dice Mateo.

—Si, ajá... ¿como te sientes? —le pregunto a Bruno.

—Me siento como me veo, ósea como la mierda...

—Si te consuela yo voy a estar cojeando como un mes.

—Hablando de eso... Alec, revisé lo que me pediste y la respuesta es no, lo siento.

—¿De qué hablan? —pregunta Stephano con curiosidad.

—Alec cree que el equipo de chicas que nos salvó era liderado por Francesca.

Stephano suelta una carcajada —Esa perra no nos ayudaría ni pudiendo.

Suspiro con cansancio —No empieces, te dije que no hables así de ella.

—La prima con actitudes de un animal cuadrúpeda, domestica cuya caracteriza es ladrar no nos salvaría ni pudiendo —se corrige sonriéndome fingidamente.

—Que manera tan educada de decirle perra a alguien —opina Piero—. Lo guardaré en mi memoria para molestar a las chicas del instituto.

Decido ignorarlos y concentrarme en Bruno —¿Estás seguro? Hermano, juraría que era ella, no conozco a otra chica que pelee así, eran sus movimientos.

La traición de Roma | [Roma #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora