》Capítulo 15 plan mi*rda.《

7.3K 801 371
                                    

Quien no tiene paciencia no tiene posesión de su alma —Francis Bacon.

SALVATORE

Suspiro relajado, hace tiempo no me sentía tan bien, literalmente han sido los mejores días desde que llegué a Roma, llevo tres días solo con Francesca, bueno, no solo del todo, por seguridad traje a algunos hombres, prefiero ser precavido, ahora estamos en el pasto boca arriba mirando el cielo, bueno, Francesca está mirando el cielo, yo la estoy mirando a ella, creo que en este punto es absurdo negar que me encanta, todo en ella me atrae, hasta su parte misteriosa, he estado con muchas chicas, pero la mayoría son asiáticas, no tienen nada que ver con ella.

—Si me sigues mirando me vas a gastar —comenta sin despegar la vista del cielo.

—¿Como sabes que te estoy mirando? —pregunto burlón.

—Siento tu respiración en mi cuello, aléjate —finge una mueca de asco.

Sonrío —¿alguna vez te habían dicho que tu aroma es adictivo?

—Me han dicho cosas sobre mi aroma, pero creo que eso no —comenta neutral.

—Pues lo es —respondo.

Giro mi cuerpo de costado acercándome aún mas hasta que mi nariz queda en su cuello, luego envuelvo un brazo en su cintura y la hago girar de costado también pegando su cuerpo al mío, ella instintivamente levanta una pierna rodeándome la cadera, llevo mi mano hasta ella y la acaricio descuidadamente.

—¿Cuando me vas a dejar besarte? —pregunto con los labios a escasos centímetros de su cuello.

—El treinta de febrero —responde con una sonrisa.

—Muy graciosa —respondo consiente de que febrero solo llega hasta el veintiocho.

—Está bien, el veintinueve.

—Eso ocurre cada cuatro años.

—Lo sé, por eso lo dije.

—Me pones de los nervios, un día te besaré y ya —comento.

No es como si no hubiese intentado hacerlo, pero he fracasado rotundamente, o me corre la cara o interpone su mano, luego se hecha a reír, siempre es lo mismo, es como lidiar con una niña pequeña riéndose por dejarme con las ganas de besarla, en cierto modo me gusta porque cuando la bese será un momento épico e inolvidable.

—Si claro... oye, ¿has hablado con tu padre? —pregunta cambiando de tema.

Frunzo el entrecejo —Si, ayer me llamó, nada importante.

—¿Sabes...? María está en el país.

—¿María?, me suena...

—Es la nueva socia de Abramio, su sobrina es Fernanda, mi amiga.

Ahora que lo dice recuerdo que el día en que fui a su casa por primera vez la mencionaron, si no me equivoco es una narcotraficante mexicana.

—No sabía que tu amiga era su sobrina.

—La verdad, yo tampoco lo sabía en un comienzo, María no es mi persona favorita en el mundo... pero Fernanda es diferente, es una buena amiga.

La traición de Roma | [Roma #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora