》Capítulo 29 gemelas.《

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Nunca sabréis quiénes son vuestros amigos hasta que caigáis en desgracia  —Napoleón.

FRANCESCA

Todo lo que he vivido en estos meses me ha llevado hasta hoy, el presente... mi presente, la fiesta terminó un par de horas después de que me fui, luego Abramio, papá, María, Fernanda, Sebastián y yo nos reunimos en la madrugada ya que en la mañana tengo que partir junto a Salvatore.

—¿No habías dicho que ese chico era tranquilo? —pregunta Abramio luego de que Sebastián explica todo.

—Lo es —defiendo—. Por lo menos lo era hasta que Alec decidió crear esta rivalidad.

—¿Entonces la culpa es de Alec? —enarca una ceja.

—Por supuesto que no, la culpa es mía por estar seduciendo a un hombre estando enamorada de otro, brillante plan ¿no crees?

—¿Que se supone que vamos a hacer? —pregunta María.

—Francesca tiene que retenerlo, tiene que encontrar la manera de parar esto —dice mi padre—. Llevas meses pegada a ese chico, ¿aún no sabes manipularlo?

—No hables así por favor —pido—. No me gusta la frialdad con la que se trata esto.

—Lo hago porque... —suspira y mira a Abramio de reojo—. No importa, ¿qué quieren hacer?

—No sabemos cuándo va a hacerlo, no podemos evitar un evento sin saber cuándo será —dice Sebastián—. El contrató personal extra para una misión en específico, tengo conocidos y de ahí me llegó el rumor, aún no dice nada, los contrató con disponibilidad inmediata, cuando él quiera los llamará y ya, creo que está esperando algo, no sé qué.

—No podemos evitar que ocurra —comienza Fernanda—. Pero podemos estar preparados.

—¿A qué te refieres? —pregunta María.

—A que Francesca va a estar con el toda la semana, obviamente va a saber si se escapa por ahí unas horas, ese será el momento, voy a empezar por intervenir el teléfono de Salvatore, escucharé cada llamada que haga para saber más, obviamente para matarlos primero tiene que cazarlos, ahí entraremos nosotros, si no podemos evitar que se los lleven, podemos evitar que los maten.

—¿No sería mejor doblar la seguridad? —pregunta mi padre—. Digo, prohibirles a los chicos que salgan por ahora y restringir el acceso a ellos.

—No —responde Fernanda—. Con todo respeto Alessandro, eso es lo más estúpido que he escuchado esta noche, Salvatore se dará cuenta que los chicos se están sobreprotegiendo y notará que hay un topo, ¿cuanto crees que le tarde sumar dos mas dos?, es obvio que Francesca es la única con lapsos entre las dos familias, la delatarías o mínimo sembrarías dudas en el, lo que hay que hacer es dejar que ocurra, él debe tener el control de esto, tenemos que dejar que lo haga porque cuando se de cuenta que la cagó se quedará tranquilo, si no dejas que se quite la espinita que tiene contra los Prada va a seguir jodiendo y puede que en otra ocasión no podamos estar preparados, let it be, Alessandro —canturrea.

—Detesto decirlo —comienzo–. Pero Fernanda tiene razón, estamos listas para enfrentar esto, entrenamos mucho y podemos intervenir con el equipo de María, Fernanda me dijo que tiene un equipo femenino en México.

La traición de Roma | [Roma #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora