La vida es un negocio en el que no se obtiene una ganancia que no vaya acompañada de una pérdida
—Arturo Graf.ALEC
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, efectivamente fue lo último que perdí, pero la perdí... tampoco recuerdo el momento exacto en el que la adquirí porque realmente nunca esperé mucho de la vida. Cuando no esperas mucho y te pasan cosas buenas se siente increíble, pero cuando no esperas nada y la vida insiste en reírse de ti, insiste en escupirte en la cara y volverte miserable, termina por acabarte y por eso es que llegué al punto en el que miro a la vida con una fingida sonrisa y le digo; ya no puedes quitarme nada, o eso es lo que pensaba, quizá la vida no sea tan mala, quizá la vida se apiadó o simplemente me quiere poner un reto mayor para luego seguir riéndose, no lo sé pero acepto el reto y es por eso que llegué hasta aquí, llegué hasta el punto exacto en el que deje todo.
El vaso de vidrio se desliza en mis manos causando un estruendo a medida que impacta en el suelo cosa que llama la atención de algunos borrachos, pero rápidamente vuelven a lo suyo, Joe, el cantinero quien está atendiendo a otros tipos niega con la cabeza, pero no le da mucha importancia, Bruno sigue con su sonrisa de superioridad al ver mi reacción, yo... yo estoy estático, justo en el mismo punto con la mano en el aire sujetando un vaso que claramente ya no está en mis manos, rápidamente salgo de mi aturdimiento.
—Si vuelves a decir eso te partiré la cara en tantos pedazos que tendrás que recogerlos por tres semanas.
—Aunque me gustaría ver como lo intentas no veo el por qué, no dije nada malo, solo la verdad.
—No seas hijo de puta, te permito muchas cosas, pero que uses su memoria para hacerme volver a Roma es un truco barato y doloroso.
—Alec, no estoy mintiendo...
—¡La vi morir con mis propios ojos! —golpeo el mesón con rudeza volviendo a llamar la atención de todos.
—No la viste morir Alec —dice tratando de calmar la situación—. Viste como su corazón se paró, sufrió un paro cardiorrespiratorio, su corazón dejó de latir y no le enviaba oxigeno al cerebro.
—No seré doctor Bruno, pero si tu corazón no late, te mueres, deja de jugar con esto, tú no sabes lo que he pasado, no... no me des esperanzas por favor —susurro.
El pone una mano en mi hombro —Jamás te mentiría con eso para que volvieras Alec...
Mi pecho se contrae, miro los ojos de Bruno y solo veo sinceridad, no puede ser, ella... ¿está viva?, ¡si! eso es lo que dijo, está viva.
—¿Como es posible?, escuché la hora de su muerte...
—Todos lo hicimos Alec, todos pensamos lo mismo, no pasaron ni cinco segundos desde que te fuiste y el monitor cardiaco emitió un pitido justo cuando la iban a desconectar, era débil, pero un pitido siguió a otro y entendimos que era su corazón, eran sus latidos, el doctor dijo que suele pasar, no muchas veces, francamente fue un milagro, no está científicamente comprobado, pero en ocasiones de riesgo vital, depende mucho de las ganas de vivir del paciente, Francesca se aferró a la vida, la muy hija de puta le ganó a la muerte —sonríe—. Le gano...
—Está viva —susurro sin poder creerlo aún.
—Lo está —me mira con arrepentimiento—. Te juro que te busqué, luego de reaccionar... el doctor salió y nos dijo que estaba viva... corrí Alec, te busqué en todo el puto hospital y no te encontré, luego caí en cuenta de tu teléfono y te rastree, ya estabas en el edificio asique fui a buscarte, casi atropello a una anciana y tres perros, las multas llovieron al mes siguiente, conduje a todo lo que daba mi puto Ferrari, cuando llegué a tu piso vi la mierda que tenías ahí, te busqué, pero no te encontré, Sebastián fue el único que me dijo algo de ti, dijo que habías salido a despejarte, le creí al hijo de puta, de hecho, quiero que me expliques por qué te cubrió la espalda, pero eso no es el punto, esperé que llegaras, pero tardaste horas, cuando vi que la ultima señal que emitió tu teléfono fue a kilómetros de la ciudad supe que algo iba mal, Sebastián me había mentido, fui a golpearlo, el me terminó golpeando por golpearlo, en conclusión, nos golpeamos...
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La traición de Roma | [Roma #2]
ActionTres palabras hicieron que Alec volviera a Roma para rencontrarse con su pasado y todo lo que dejó atrás, ahora debe enfrentarse a una cruda realidad, en seis meses todo puede cambiar. LIBRO 2 DE [ROMA] Se necesita leer Ante los ojos de Roma para en...