》Capítulo 23 la verdad.《

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La mayor forma de control es cuando piensas que eres libre, cuando estás, fundamentalmente manipulado y dirigido —David Icke.

FRANCESCA

Veo como Abramio mueve sus labios pero no le presto atención, estoy concentrada en controlar cada parte de mi cuerpo, anoche Sebastián se quedó a dormir conmigo en mi cama cuidándome ya que me aterraba cerrar los ojos y que al despertar todo volviese a ser igual, eso trajo como consecuencia no poder tomar ninguna pastilla pero hoy en la mañana me atreví y partí una, no sé como iba a reaccionar, solo sabía que lo necesitaba por lo cual ingerí solo el cuarto de una pastilla, hasta el momento parezco manejarlo bien, tan adicta no debo ser, solo hicieron a mi cuerpo dependiente de sus efectos pero es algo que puedo controlar, sé que puedo.

Estamos en la sala de una casa, supongo que estamos a las afueras de Roma ya que la casa es realmente una mansión pero no es nada que conozca, por seguridad no me dejaron salir a recorrer, pero creo que nada pinta muy bien en este lugar, he oído más gente en este lugar pero no he visto a nadie, sé que no estamos solos, pero ¿con quien estamos?

—¿Me estás escuchando? —pregunta Abramio sacándome de mis pensamientos.

—No, lo siento ¿que decías? —pregunto despreocupadamente.

—Te decía que tienes que tener la mente abierta, esto es algo que requiere tu total atención, no solo te involucra a ti, involucra a tus primos, a tu familia y a Alec.

Con la mención de este, Abramio logró mi atención total.

—¿Recuerdas a Moretti? —pregunta.

—¿Antonio Moretti?, si, el hijo de puta que mandó a su gente a matarnos en Estado Unidos.

—El mismo, ¿Algo que tengas que decir al respecto? —entrecierra sus ojos.

—¿Debería tener algo para decir?, tú quedaste de averiguar sobre el y sobre el Ruso.

—Francesca, para que esto funcione tienes que ser honesta.

—¿Esto?, ¿que mierda es "esto"?, realmente intento seguirte pero no puedo, no capto.

—¿Cuando pensabas decirme que Marcelo trabajaba para Antonio Moretti?

—¿Que te hace pensar que lo sabía? —rebato evadiendo su pregunta.

—¿Crees que soy estúpido? —pregunta con algo de molestia.

—¿Tengo que responder eso? —pregunto con ironía.

—No subestimes los limites de mi paciencia, a veces se acaban.

—Marcelo trabajaba para Moretti, bien ¿y qué?

—Entonces lo sabías, ¿el te lo dijo?

—El no me dijo nada, lo deduje, no hay que ser un genio, intentó matarme una vez, ¿que le impedía una segunda?

— Y una tercera y cuarta...

—¿De qué hablas? —pregunto confusa.

—Que mientras ustedes jugaban a ser detectives yo estaba en lo importante, tengo contactos y tengo métodos para saber la verdad, a mi nada se me escapa, parte de la mafia rusa te quiere muerta, nos quieren muertos a todos, quieren acabar con cada Prada en este planeta, no me preguntes por qué, porque no lo sé, el líder de todo es ese tal "Ruso"

La traición de Roma | [Roma #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora