La traición de Roma | [Roma #2]

》Capítulo 52 Brother.《

Solo en la agonía de despedirnos somos capaces de comprender la profundidad de nuestro amor
—George Eliot.

FRANCESCA

Me encuentro sentada arriba de los escombros apartada de todos tratando de asimilar lo que ocurrió, los chicos están con Alec dándole apoyo y consuelo aún rodeando el cadáver de Abramio ya que Alec se niega a soltarlo, el equipo de Fernanda está cargando los cadáveres de los tipos de Vladimir en una esquina para luego quemarlos junto a este lugar y lamentándose tres perdidas de nuestra parte, tres chicas murieron y yo ni las conocía, no las conocía y aún así ellas pelearon junto a mi por mi familia.

—¿Sabes lo malo de usar sangre falsa? —pregunta Fernanda sentándose a mi lado—. No se quita con nada, necesitaré un traje nuevo.

Sonrío —¿Tienes algo para limpiarme? —pregunto.

Ella me extiende un trapo sucio con el cual creo que se limpió antes, lo recibo y me limpio el rostro como puedo sintiéndome asqueada de la sangre de Vladimir.

—Puedo conseguirte agua, creo que las chicas tenían una botella por ahí.

—No es necesario, solo quiero irme a casa.

—Puedes irte, llévate a los chicos, pero tienen que dejar el cadáver de Abramio.

—No es como si quisiera pasearme por Roma con el cadáver de Abramio, pero Alec no va a dejar que lo quemen como a uno más.

—Lo sé, si el empresario más rico de Italia desaparece de un día para otro será raro, me encargaré de llevarlo con el forense de la mafia, Bruno me dijo que Abramio tenía cáncer, ante los medios y la industria se dirá que le llegó la muerte antes y ya, supongo que si somos discretos podrían hacer el funeral en uno o dos días y luego zanjar el tema, obviamente los medios van a querer indagar por la popularidad de Abramio fuera de la mafia pero Sebastián puede encargarse de eso.

—Gracias Fernanda —digo sinceramente—. Tú y Katya son mis mejores amigas, gracias por siempre estar para mi.

—Nada que agradecer, siempre es bueno liberar algo de estrés matando gente —bromea o eso espero...

—¿Vas a ir a hablar con Bruno? —pregunto—. Tu obra de teatro estuvo a la perfección, pero el plan no era interponerte por Bruno, la sangre era por si le disparaban a Alec.

—Fue algo del momento —dice restándole importancia.

—O quizá no dudaste e  interponerte para salvar al hombre que amas...

Fernanda tensa su mandíbula —No lo amo, yo no amo, ya hablamos de eso y no quiero esa charla de nuevo, para lo único que me servía era para darnos placer mutuo pero dijo que se enamoró de hello kitty asique me temo que debo buscar otra fuente de placer.

—¿Te lo dijo? —pregunto asombrada.

Ella enarca una ceja —¿Lo sabias?

Doy un suspiro de resignación —Si, pero no era mi deber decírtelo, Bruno tenía que ser quien te lo dijera, no hubiese sido justo que te llegara con un chisme.

—Da igual —se encoge de hombros—. Tampoco es la gran cosa, eventualmente volvería a México y terminaría por acabar con esto, detesto el drama, si encontró el amor, bien por él, a mi me da igual.