》Capítulo 24 santa mi*rda.《

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El arte de la seducción siempre consiste en dar con los puntos débiles de los seres humanos
—Stieg Larsson.

FRANCESCA

Cuando me doy cuenta que pasé tres horas hablándole de mi vida a Fernanda solo desde que llegué a Roma es que noto que no todo a sido tan mierda, sacando la parte de la mafia y todo lo que eso conlleva, mi vida es buena solo por tener a las personas que más amo en ella, no entiendo como fui tan cobarde de no aceptar el amor que sentía por Alec, me tardé mucho y realmente nunca le demostré a los trillizos o a Bruno mi amor y eso es justo de lo que me estoy lamentando ya que llegué al final de mi historia en Roma.

—Y yo que pensaba que tenía una vida ajetreada —comenta Fernanda—. Por lo menos nadie quiere matarme —bromea—. Bueno, sospecho de María, pero es mutuo.

Suelto una carcajada, Fernanda realmente parece alguien agradable.

—Te ves hermosa cuando ríes —me dice Sebastián—. No dejes que esta mierda te quite eso, se vienen momentos difíciles, pero lo estás haciendo para ayudar a todos, realmente eres un Ángel y no tienes que lamentarte por no haber dicho "te amo" o por decirlo pocas veces, el amor no se demuestra con palabras, tus acciones hacen que las personas se sientan amadas, quizá nunca le dijiste a Bruno que lo amabas, pero le diste tu chaleco, priorizaste su vida antes que la tuya, si no fuera por ti el estaría muerto y eso vale más que mil "te amo".

Le sonrío agradecida de sus palabras y recuesto mi cabeza en su hombro ya que estamos sentados en el pasto.

—No sé como voy a hacer esto —confieso en un suspiro—. Terminar con Alec me va a destrozar por completo eso asumiendo que pueda mirarlo a los ojos y terminar lo nuestro.

Sé que Alec no está en peligro, mi mente está más clara y puedo apostar que se está escondiendo, voy a mantener mi fe en esa opción o enloqueceré.

—No es necesario que lo hagas —dice Fernanda en tono pensativo.

—Ya oíste a Abramio, tengo que acabar mi relación con el.

—No puedes terminar algo que ya se acabó.

Frunzo el entrecejo —¿De qué hablas?

—Piensa, si tú novio te abandona por meses en un hospital mientras tú peleas por tu vida... bueno no hay mucho que decir, vaya novio de mierda, das por hecho que ya se acabó.

—Pero no fue así, Alec pensó que estaba muerta —rebato.

—Pues desde hoy será así, eso es lo que piensa Francesca la perra porque él si te abandonó, no puedes pedir que el mundo te crea si tú misma no eres capaz de creerlo.

—Porque no lo creo Fernanda, las cosas no fueron así.

—Lo sé Francesca —dice frustradamente—. Pero tienes que mostrarte segura, si dudas... si dudas de tus palabras por un segundo eso abrirá paso a los sentimientos, tienes que mostrarte firme y cada vez que digas algo que lo lastime... cada vez que sientas que lo estás quemando por dentro y que tú también te estás quemando, recuerda que lo haces por salvar su vida, por salvar la vida de todos, no siempre será así Francesca, pero mientras sea tienes que ser convincente, repite conmigo, Alec me abandonó —dice tajantemente.

La traición de Roma | [Roma #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora