Changing my Life. [Terminada]

Capítulo 15: Sólo tuyo.

Narra Harry:

- No te preocupes lo harás bien cuando estés lista.
Sinceramente admiraba a Nicole, era una chica muy dedicada, con ideas claras, pero capaz de divertirse, sin mencionar que era totalmente hermosa. Después de un rato escuchando la cascada me quedé dormido con mi princesa en los brazos. Tuve un sueño muy raro, primero Nicole estaba conmigo en un concierto, estaba en los bastidores donde podía verla, pero luego desapareció, sentí un vacío terrible; Cuando terminó la canción fui a buscarla, pero no la encontraba, llegué a mi camerino, allí estaba ella con un chico que estaba lastimándola, la tenía de los hombros y no la soltaba. Sentí la necesidad de protegerla, corrí hacía él, lo empujé, cuando caímos al suelo desperté de improvisto.

Nicole ya no estaba allí, vi su ropa en la cama, pero ella no estaba, me levanté del sillón, fui a la cocina, pasé por las habitaciones, el porche, el patio trasero, luego recordé que me faltaba la piscina y el estudio; Fui a la piscina pero no estaba allí, luego entré al estudio, la vi dormida en la silla colgante de Louis, me acerqué a ella, tenía un álbum de fotos en sus piernas, me di cuenta que se cambió su ropa, tenía un lindo vestido; tomé el álbum y luego un libro de Francés que estaba debajo del álbum, de inmediato pensé que debería aprender un poco de francés, pues a Nicole le gustaría que le hablara en el idioma del amor -sonreí-. Luego con calma la tomé en mis brazos y la llevé hasta nuestra habitación, saqué una manta y la cubrí, no hacía frío eran cerca de las 3 pm, pero tenía esa extraña necesidad de protegerla. Sin duda se veía hermosa durmiendo, realmente la adoraba. ¡Oh por Dios Harry que cursi estas! Me arrodillé junto a la cama, allí acaricié su cabello, le corrí un mechón de la cara.

- Ves me tienes tan loco por ti que ya estoy hablando conmigo mismo –le di un pequeño beso en la frente y salí de la habitación. Fui a la cocina y preparé un poco de Paella, no era el mejor chef, pero al final quedó todo muy bien. Eran cerca de las 4pm *Nuevo mensaje* 

“Mi amor me tienes olvidada, cuando nos veremos? XO –Caroline Flack”

Esta mujer había creado un gran malentendido, ¡y ahora no me dejaba en paz! Luego resolvería eso, dejé todo listo, solo para servir, pero quería comer con mi princesa así que fui a la habitación. 

Tuve un sueño extraño, recordé el papel arrugado que encontré en la habitación de Harry, luego salí de la habitación y la puerta me condujo hacía una especie de estudio de televisión, yo estaba tras bambalinas, veía a Harry con Caroline, estaba dándole una entrevista; Harry me vio, se levantó de su lugar y caminó hacía mí, me tomó de la mano y besó mi frente; Miré a Caroline, me miraba con ira. Harry me sacó de ese lugar; saliendo por la puerta llegamos a un puente, por debajo pasaba un río, estaba soleado, Harry me tomó en sus brazos, me abrazó fuertemente y me dijo al oído, “Siempre serás tu”, acarició mi mejilla igual que mi cabello, rozó mis labios, y después me dio dulces besitos en la boca, hasta que sus labios y los míos se juntaron, sus labios eran muy suaves, atrapaban los míos con ternura. Entonces abrí un poco los ojos despertando, Harry estaba allí arrodillado junto a la cama, me acariciaba el cabello mientras separaba sus labios de los míos -sonreí-.

- Hola  –su sonrisa me dejaba sin respiración.
- Hola –dije susurrando. Me moví un poco para sacarme el entumecimiento del cuerpo- ¿Cuanto tiempo dormí?
- Como 2 horas… -se peinó sus rizos, como solo él sabe.
- Lo siento, te dormiste y me fui a explorar un poco -le sonreí juguetona.
- Lo sé no te encontraba…-Ambos reímos.
- ¿Qué vamos a hacer ahora? –pregunte tiernamente
- Pues, ¿quieres comer un poco?
- ¡Si! –estaba realmente hambrienta- ¿Cocinaste?
- Sip -tenía una vocesita tierna.
- Ok, Vamos -Me levanté de la cama, Harry me tendió su mano, me arreglé el vestido.
- Te queda muy bien -me miró de arriba abajo.
- Empiezo a creer que te gusta toda mi ropa… -dije algo risueña.
- No, no es la ropa, es quien la lleva puesta -Awnnn! ¡Que tierno!
- Gracias amor  –Me acerqué a él y lo besé, cada vez que lo besaba me hacía más y más adicta a sus besos. Terminó el beso, y abrazados empezó a caminar hacía adelante, yo no podía caminar bien, casi me caigo…
- ¡¡Harry!!
- Qué amor... –dijo sonriendo juguetón.
- Voy a caerme…
- Que llorona eres amor…-me hizo una mueca graciosa, lo cual yo copié.
- ¿Amor que soñaste? –pregunté algo curiosa
- Algo extraño…-su rostro se tornó algo serio.
- Jajajaja, yo igual, ¿Qué fue?
- Mi peor miedo… -No entendí a que se refería- ¿y tu?
- Igual, mi peor miedo… -dije recordando el inicio de mi sueño. Y era obvio, creo que todas las Directioners incluyéndome, odiarían que Harry estuviera, hablara, e incluso respirara cerca de Caroline, era horrible, ¡¡de miedo!!
- ¿Qué fue? –dijo sacándome de mis pensamientos como su novia, pero sobre todo como Directioner.
- Mmmm, luego te cuento –dije mientras llegábamos a la cocina, Harry me soltó y se dirigió hacía la estufa- ¿Qué cocinaste amor?
- Hice Paella -dibujó una enorme sonrisa.
- ¡Wow!, ¿enserio? ¡¡Que rico!!

Harry sirvió rápidamente, olía realmente delicioso, esperaba que luego me enseñara omo hacerla. Nos sentamos en el comedor, Harry se sentó junto a mí pues la mesa era bastante grande. Comimos todo y luego me ofrecí a lavar la loza mientras Harry la secaba. Al terminar, me dirigí hacía la habitación para lavarme los dientes, cuando salí a la habitación Harry estaba sentado en el medio de la cama observando mi ropa.
- ¿Qué pasa?
- Mmm, ¿De dónde sacaste esto? –dijo mostrándome el papel arrugado que encontré en su habitación.
- Yo…Yo…, estaba limpiando y recogiendo mis cosas en la mañana y lo encontré junto al sillón.
- ¿Por qué lo guardaste? –dijo serio
- Mmm, pues la verdad no lo sé, sólo sé que no me agrada lo que tiene escrito –dije algo molesta cruzándome de brazos.
- Este papel tiene más de seis meses, no le doy mucha importancia a Caroline.
- Ok, esta bien –dije un poco cortante.
- ¿Qué sucede?
- Esa mujer no debe acercarse a ti –dije acercándome al borde de la cama y desatnado mis brazos– ¡Jamás!
- Ok, eso me asusta –dijo sonriendo un poco nervioso.
- No debería…-dije más calmada
- Amor tienes cara de sicópata –dijo entre risas.
- Lo siento, pero es la cara de una mujer celosa.
- Ahhh celos… -dijo mientras se acercaba al borde de la cama arrodillado, ahora estaba a mi mismo nivel.
- ¡Si! –dibujé una leve sonrisa.
- ¿Muchos? –dijo pícaro.
- A tope…- se acercó tomándome por la cintura, me apegó a él lo mas posible.
- Amor pero si yo ya no tengo ojos para nadie más que no seas tu  –dijo tiernamente, casi en un susurro que me hacía erizar.
- Quiero eso grabado por favor… -dije juguetona.
- Si quieres lo escribo en las estrellas…
- Que cursi eres…-dije burlándome de la ternura de mi novio.
- ¡Es tu culpa!
- Siempre todo es mi culpa -le hice una mueca de niña malcriada.
- Lo siento, es que me tienes como un tonto por ti...-Me acerqué lo miré fijamente a los ojos y le rocé los labios.
- ¿Qué me has hecho? –dijo en un susurro, pegando nuestras narices.

Me abrazó por la parte baja de la cintura y muy despacio nos dejó caer sobre la cama, quedé sobre él, acomodé mis piernas a cada lado de su cuerpo; Tenía mis manos en su pecho, entonces Harry nos giró, quedando sobre mi, pasé mis brazos rodeando su cuello, colé mis manos en sus rizos, me miró con ternura, pero luego miró mis labios, hizo una media sonrisa encantadora que me derretía, y lo besé, no pude evitarlo, ¡ya no podía contenerme mas!
Ambos nos entregamos al beso, necesitaba respirar pero no quería separarme de sus labios. Después de unos segundos nos separamos, ambos estábamos agitados, de hecho Harry estaba colorado, lo cual no entendía, Habíamos tenido besos mas largos y apasionados.
- ¿Que te pasa amor? –dije suave.
- Nada –sonrió, negando levemente con la cabeza- me deje llevar por mi mente.
- ¿Cómo así?
- Estaba imaginando cosas...
- Ahhh?
- Esta situación… -se acercó a mi oído y susurro- más… intima, Lo siento.
Sonreí, pero no estaba lista aún, pues no era el momento, y no quería que Harry pensara que yo era una chica fácil. 
- Suele pasar amor… -fue lo único que pude decirle.
- ¿Qué tal si nos bajamos la temperatura en la piscina? -sonrió.
- Sii, ¡Vamos ya!