63. Esperanza

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Pov Boggi
*un mes después del accidente*
14 de enero 2021

Me desperté cuando la luz de sol entró a través de mi ventana, molestando mis ojos. Gruñí y di una vuelta en la cama, instintivamente moví mi brazo hacia un lado, queriendo abrazar a Maria.

Eso no sucedió. Enterré mi cabeza en la almohada mientras mi brazo yacía a un lado mío, abrazando a la nada.

Cada vez me costaba más levantarme. El tiempo pasaba y yo seguía estancando en el mismo punto de siempre.

Repetía el mismo día, una y otra y otra vez.

Me levante a duras penas y me dirigí al baño. Me metí a bañar y me arregle un poco, al menos para estar limpio.

Normalmente duermo en el hospital, así que tengo que aprovechar la comodidad de mi cuarto y de este baño lo más que pueda.

Cuando salí de mi cuarto, Iván estaba abajo haciendo el desayuno con la ayuda de Emilio.

—Buenos días.— les dije mientras bostezaba.

—Buenos días. ¿Seguro que no quieres descansar más?— preguntó Emilio. Negué con la cabeza. Ya me había levantado, no había forma de que me fuera a dormir otra vez.

—Tengo que ir al hospital.— Iván se tensó un poco al escucharme. Ya está mucho mejor pero aún hay ciertas cosas que le ponen los nervios de punta.

Mencionar hospitales es una de ellas.

—Ya veo, ¿Quieres que te lleve?— preguntó Emilio otra vez. Lo pensé un poco. A falta de Mateo, Emilio era el que pasaba mayor tiempo conmigo en el hospital.

No fue hasta que toda esta situación se dio, que me di cuenta de que enserio Maria significaba mucho para el.

—Vale, me vendría bien la compañía.— Emilio sonrió y asintió. Iván ayudó poniendo la mesa y desayunamos en silencio. No mencionó nada del tema.

Iván y yo habíamos arreglado las cosas. Nos dimos cuenta de que todo había sido una especie de impulso, no era para tener una relación seria.

Había sido solo un arrebato de deseo por estar mayormente ebrios, y por la excitación de probar cosas nuevas.

Además, dijo que se iba a tomar un tiempo de las relaciones y que se iba a enfocar en trabajar en el mismo. Nadie lo discutió, siento que en parte también se hace responsable por la condición en la que se encuentra Maria.

Poco a poco había empezado a regresar el Iván de antes, y no podíamos estar más contentos por ello.

Terminamos de desayunar y nos despedimos de Iván, el cual nos dijo qué tal vez la próxima ya se animaría a acompañarnos.

En el camino recibí una llamada de Mateo.

Me llevé el celular a la oreja.—¿Mateo?

¿Ruso? Hola, ya sabes, lo de siempre, ¿Cómo está?— podía escuchar el tono de esperanza en su voz, me dolía tener que darla la misma respuesta todo el tiempo.

—Igual que siempre, estable. No ha despertado, lo siento.— note como los ánimos del otro lado del teléfono se caían.

Hoy se cumple el mes Bog.— sus palabras se sintieron como una patada en el estómago. Ya lo sabía, pero me negaba a creerlo.

—Lo se Mateo.— Mateo suspiró y nos quedamos en silencio.

—¿Has encontrado algo?— le pregunté tratando de desviar la conversación.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora