14. Reconciliación

1.7K 124 10
                                    

Nadie tocó mi puerta en todo el día, de repente salía para ir al baño que se encontraba del otro lado del pasillo pero no me crucé con nadie.

Iván y Emilio estaban simplemente desaparecidos. Me parecía escuchar que Boggi estaba en su cuarto, suspiré y me metí a mi cuarto de nuevo.

No tenía ganas de comer, había desayunado con Iván en la cafeteria. Tampoco estaba enojada, solo me sentía rara.

Me pasé todo el día viendo Netflix. A la hora de la cena, alguien tocó a mi puerta.

En el fondo esperaba que fuera Boggi, ya quería hablar con el y arreglar las cosas, no me gusta pelearme con las personas.

—Pasa.— me senté en la cama. Una cabellera negra se asomó por la puerta y unos ojos azules se encontraron con los míos.

—Emilio. ¿Qué pasó?— traté de ocultar mi desilusión.

—Eso es lo que yo te debería preguntar a ti. ¿Bog y tu...se pelearon o algo?— Fruncí el ceño y me deje caer en la cama mientras suspiraba.

—No nos peleamos. Bueno no se si cuenta como pelea. Se puso celoso de que saliera con Iván a la plaza o algo así, y le dije que se tranquilizara.

Emilio soltó una risa sarcástica. Puse los ojos en blanco.

—¿Qué es lo gracioso?— Emilio me volteó a ver.

—Nada, solo que es irónico ¿no? Parece que Bog se confundió de gemelo.— Hize una mueca.

—Emilio no es chistoso.— dije pasando mis dedos por mi frente.

—Hablando de eso, ¿Le vamos a decir?— Sentía que decirle era una mala idea. Pero supongo que es lo correcto.

Emilio se acarició su nuca con su mano, debatiendo consigo mismo el si era o no una buena idea.

—Maria...la verdad que yo no se si sea lo mejor. Ya ves como se puso con Iván, no se que vaya a pasar si se entera que tú y yo...

Asentí con la cabeza, tenía un buen punto. —Tienes razón. Esta bien. Pero Emilio...— No sabía cómo se iba a tomar lo siguiente que iba a decir.— No puede...no puede volver a suceder. ¿Lo sabes no?

Emilio suspiró y me volteó a ver. —Lo entiendo.

Le sonreí. —Gracias.— Emilio salió de mi habitación sin decir nada más.

Tenía hambre. Decidí bajar a la cocina.

Cuando salí de mi habitación me encontré con Boggi, recargado en la puerta de su habitación. Mirándome.

—Maria...— Se acercó a mi.

—¿Qué pasó Boggi?— Lo mire cansada pero aún con una sonrisa.

—Déjame hablar por favor.— Asentí. La verdad que no quería estar peleada con el, mientras más rápido arregláramos esto mucho mejor.

—Lo siento. No se que me pasó hace rato. ¿Supongo que tenía miedo? Ni yo mismo me entiendo.— Me sujeto delicadamente de mis brazos.

—Se que nunca te pedí oficialmente que fueras mi novia o algo así. Y por eso hoy, quiero ver si podemos empezar de cero. Si te tengo confianza. No va a volver a pasar. Fue una tontería.

Mire esos ojos verdes. Sonaba sincero. Respire hondo y le sonreí. Me acerqué a él. Y pase mis brazos por su cintura, apoyando mi cabeza en su pecho, oliendo su camisa.

—Está bien Boggi. No te preocupes.— Lo abrace y Boggi me acarició mi cabeza mientras me abrazaba más fuerte. —Gracias.— Apenas y lo dijo en un susurro.

Sonreí. 'Entonces, ¿somos novios?' Sonreí aún más, divertida. Boggi se dio cuenta. —¿De qué te ríes?

—¿Somos novios?— Sonreí mientras levantaba una ceja.

Boggi se rio de mi. —Supongo hermosa. Somos novios.

Lo acerqué a mi. Boggi me entendió. Agarro mi cara entre sus manos y me beso. Un beso lento, pero suave.

Nos separamos un segundo para respirar, sus ojos me veían con deseo. Asentí lentamente. Boggi me sonrió pícaro y me cargo.

Enrolle mis piernas alrededor de su cintura. Mientras nos seguíamos besando, y entre risas traviesas Boggi camino hasta su habitación y me coloco lentamente en la cama.

Conforme avanzaban los segundos nuestras respiraciones se aceleraban, podía sentir la presión de sus labios sobre mi piel. Sentía mi corazón latir en mis oídos. Quería más.

Boggi estaba encima mío, me seguía besando sin aplastarme. En un movimiento rápido, se levantó un momento para quitarse su camisa.

Tome un segundo para admirar su figura. Tenía muy buen cuerpo. Sus brazos...me gustaban sus brazos.

Todo de el me gustaba. Boggi se acercó a mi. Se puso encima mío otra vez. Nos seguimos besando. Cada vez subía más la intensidad, podías sentir la excitation en el aire.

La forma en la que Boggi me tocaba...me estaba volviendo loca. Empezó a bajar sus besos de mi boca a mi oreja y de ahí a mi cuello.

Se sentía increíble. No pude evitar soltar un pequeño gemido junto a su oído. —Boggi...

Boggi sonreía travieso. Se acercó a mi oído.

—Me encanta como suena que gimas mi nombre.— Estaba demasiado agitada como para sentirme avergonzada por sus palabras.

Boggi desvió sus manos a mis caderas, y empezó a jugar con los botones de mi blusa, uno por uno, de una manera dolorosamente lenta, los empezó a desabrochar.

Estaba a punto de quitarme la blusa por completo cuando unos golpes en la puerta provocaron que detuviéramos nuestras acciones.

—¡Bog! ¡Tienes que bajar!— Nos separamos. Boggi frunció el ceño. 'Siempre nos interrumpen en lo más bueno, ahora me quedaré con las ganas.'

Cerré mis ojos con fuerza, tratando de recobrar mi compostura, Boggi rodó lo ojos, claramente frustrado. Me dio risa su reacción, regresó su atención a mi.

Tu y yo no hemos acabado.— Me sonrió y me dio un beso. Le correspondí el beso y después se separó de mi, tomo su camisa y antes de salir del cuarto me guiño un ojo.

Me empecé a reír. Estaba tendida en su cama mirando el techo. Me puse a pensar en lo afortunada que era, en lo emocionada que estaba por lo que acababa de suceder.

—Creo que deberías bajar.— una voz causó que diera un respingo. Emilio estaba en la puerta. Me miraba preocupado.

No entendía. ¿Había pasado algo?

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora