77. Primera vez

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Salí de la ducha y me amarré una toalla a mi cuerpo, me dirigí al lavabo para limpiarme la cara y entonces lo vi.

—Mierda.— me miré en el espejo del baño, inspeccionando mi cuello. Boggi salió de la regadera al escucharme, cubriendo su cuerpo con una toalla al rededor de su cintura.

—¿Qué pasó?— se acercó a mi y entonces se dio cuenta. Se rascó la parte trasera de su cuello riéndose por lo bajo.

—Ups.— dijo riéndose mientras me dejaba un beso en mi mejilla. Sacudí mi cabeza, dos marcas muy notorias asomaban en mi piel, en mi cuello.

¿El problema?

Que la reunión con su familia es en dos días y estos chupetones no se van a ir de la noche a la mañana.

—Mátate.— le dije divertida mientras me tocaba la zona. No dolía, pero por el tamaño sabía que iban a estar ahí un buen tiempo.

—No es mi culpa ser tan bueno.— me dijo riendo orgulloso. Puse los ojos en blanco con una sonrisa. Lo peor es que tiene razón, el sexo con el es maravilloso.

—Espero que esto se quite antes de la cena.— dije haciendo una mueca y dirigiéndome hacia la salida, al cuarto de Boggi, donde tenía la ropa que me iba a poner.

Boggi me siguió y se empezó a vestir, lo vi de reojo mientras se cambiaba y no pude evitar reprimir una sonrisa y atrapar mi labio inferior con mis dientes al ver su cuerpo.

El ruso se dio cuenta y se acercó a mi chasqueando la lengua. —Ya te caché traviesa.

Fruncí el ceño. —No se de que hablas.— Boggi se rió. Me tomo de la cintura, con mi cuerpo aún envuelto en la toalla, y me acercó a él.

Puso una mano en mi cuello y presionó sus labios sobre los míos, ladeó su cabeza hacia un lado y profundizó el beso, su lengua pidiendo un permiso que no dude en darle.

—¿Segundo round?— me preguntó con su voz algo agitada cerca de mi oído. Sin darme tiempo a contestar, me cargó y me posicionó en la cama, colocándose encima mío.

Terminamos en la cama de nuevo, ambos tocándonos y besándonos con cierta desesperación, incapaces de detenernos. Entonces, siento como Boggi desata el nudo que mantiene mi toalla amarrada a mi cuerpo, y empieza a bajar su mano, tocando mi intimidad.

—Boggi..— trató de decir, o más bien gimo al sentir como su mano hace contacto con mi piel.

—Vas a disfrutar esto cariño.— me dijo de manera lenta mientras dejaba un pequeño camino de besos húmedos desde mis pechos hasta la parte baja de mi cintura.

Lo único que hago es asentir, incapaz de formar palabras cuando Boggi empieza a hacer círculos con sus dedos, consiguiendo así pequeños jadeos y gemidos de mi parte.

—Maria estás muy húmeda.— dice cuando baja sus dedos un poco más.

—Bogg...—cierro mis ojos con fuerza al sentir un dedo suyo dentro mío y debido a lo húmeda que estoy, no le cuesta nada meterlo.

Empieza a sacar y a meter su dedo, y después de unos segundos, necesito más.

—Más...— gimo tirando mi cabeza hacia atrás. El mete otro dedo, y sigue con sus movimientos, llevándome al cielo.

—Joder Bogdan...más rápido.— logró apenas decir entre jadeos. Boggi me hace caso, y como extra, desliza dentro otro dedo.

—¿Te gusta así eh?— escuchó como me dice divertido y en poco tiempo siento un cosquilleo en mi vientre antes de sentir el orgasmo y venirme en sus dedos.

—Dios mío Boggi...— empecé a decir entre jadeos, con mi respiración aún agitada, aún recuperándome del orgasmo.

Boggi sonreía orgulloso, acercó su rostro al mío y le di un largo beso. Fue ahí cuando sentí su hombría a través del pantalón que se acababa de poner.

Le di la vuelta, y me senté encima de él, Boggi enarcó una ceja y se relamió los labios. Dirigí mis manos a la cremallera de su pantalón y empecé a desabrocharlo.

—Mar...no tienes que..— empezó a decir mientras negaba levemente con la cabeza. No le hice caso y en un movimiento ágil, le baje los pantalones junto con su bóxer y regrese mi vista a sus ojos.

—Pero quiero.— le interrumpí.

Tengo que decir, que nunca he hecho esto en mi vida. ¿Supongo que hay una primera vez para todo no?

—Enserio tu no..— Boggi se calló cuando sintió mi mano en su miembro, y gimió cuando lentamente metí la punta en mi boca.

Si alzaba la vista, podía ver como ponía los ojos en blanco por el placer y eso solo me hacía querer continuar más.

Empecé lento, tratando de acostumbrarme a la sensación, arriba y abajo. Era grande, así que lo que no me cabía en la boca lo tomaba con mis manos.

Supe que estaba haciendo un buen trabajo al escuchar como Boggi jadeaba y gemía mi nombre. Utilizaba mi lengua y mis dientes con cuidado y poco a poco aceleraba mi velocidad.

—Joder María..— Boggi llevó su mano a la parte trasera de mi cabeza, ejerciendo un poco de presión, guiándome mientras follaba mi boca.

Al cabo de uno segundos, sentí como sus piernas se tensaban, y como su cuerpo se ponía rígido. —Puta madre Mar, me voy a-

Un líquido algo espeso entró en mi boca y pasó por mi garganta, sabía extraño, pero no sabía nada mal. Sonreí mientras me relamía mis labios y me levanté, regresando mi cara a la altura de su rostro.

—Eso...fue...increíble..— dijo entre pequeños jadeos aún recomponiéndose de lo sucedido.

No pude evitar sonreír orgullosa. Digo, al parecer no estuve nada mal para ser la primera vez.

—Tenía que devolverte el favor.— le dije con una sonrisa. Boggi sonrió y me dio un beso.

Ambos nos acomodamos en la cama y Boggi nos cubrió con las sábanas, demasiado cansados como para volvernos a meter a bañar.

Boggi me acariciaba mi cabello y me dejaba pequeños besos en este, debido a la diferencia de altura. Me recosté en su pecho sin decir nada, ambos disfrutando solamente de la compañía del otro, envueltos en un silencio reconfortante.

A veces las palabras están de sobra.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora