Amor desde España | Justboggi

69. Pesadilla

—No te preocupes, yo me puedo quedar con Iván.— le dije a Emilio mientras lo ayudaba a recoger los platos vacíos de la mesa.

—¿Si? Vale, Bog y yo regresaremos pronto. No vamos a tardar tanto.— Entre los dos llevamos todo a la cocina y juntos limpiamos todo.

Al parecer Boggi y el tenían que hacer unas cosas, pero Emilio tenía miedo de dejar a su hermano solo en la casa. Se me hace una tontería que no hagan lo que sea que tengan que hacer cuando yo puedo quedarme con Iván.

Boggi regresó del baño y me abrazó desde atrás, juntando mi espalda con su pecho. —Yo me quedaré con Iván, Emilio y tú pueden irse.

Boggi volteó a ver a Emilio, el cual se encogió de hombros. —Ella fue la de la idea.— dijo mientras me apuntaba con el dedo.

Boggi me dio la vuelta para así tenerlo de frente. —No.

Me le quede viendo, esperando a que dijera algo más, no dijo nada. Me separé de él, y me crucé de brazos. —¿No?

—No te vas a quedar sola.— dijo mientras se recargaba en el mueble de la cocina. Con sus manos sobre el fregadero sosteniendo su peso.

Rodé los ojos al escucharlo.

—No estaré sola. Iván existe. Es una persona, otro ser humano.— voltee a ver a Emilio en busca de apoyo pero este alzo sus manos y se alejó a la sala, dejándonos a solas.

Boggi negó con la cabeza. —Emilio puede ir solo, o yo puedo ir solo, pero no se van a quedar solos.— Bufé y me pase mis dedos por la frente, algo frustrada.

—Boggi...no nos va a pasar nada.— le dije con cuidado, no quería enojarme ni mucho menos, pero tampoco quería que me-, que nos trataran como a niños pequeños.

Boggi se acercó a mi y me dejó un beso en mi frente. —No se quedarán solos.— dijo dando por terminada la conversación antes de separarse de mi e irse a la sala con Emilio.

Camine hacia allí y los encontré sentados en el sofá hablando sobre quien iría. Se veían claramente estresados y me estaban empezando a poner nerviosa. Me paré enfrente de ellos.

—Déjense de juegos y vayan los dos. Entre más pronto se vayan, más rápido van a regresar.— Emilio volteo a ver a Boggi, diciéndole con la mirada que no era tan mala idea.

—Tío, va a ser mucho más fácil que vayamos los dos, no creo que suceda nada.— Boggi recargo sus codos en sus rodillas y hundió su cara en sus manos.

—¿Ella no lo sabe verdad?— le preguntó a Emilio. Emilio tragó saliva y agachó la cabeza.

—¿No se qué?— dije ya exasperada. Me estaban empezando a cansar. —Ya díganlo.

—Iván no puedo quedarse solo ¿ok? Tiene- a veces tiene crisis....— dijo Boggi bajando la voz. —Tiene ataques de pánico...y no es por nada, pero tú nunca lo has visto en ese estado.

Trague saliva, algo sorprendida. Aún así no perdí la compostura, estaba a punto de abrir la boca y decir algo cuando Emilio empezó a hablar.

—El...el cree que nos engaña. Cuando lo empezamos a dejar solo, empeoró. El decía que todo estaba bien, que no sucedía nada. Pero no somos estúpidos.— No pude evitar sentir lástima por Iván. No sabía que estaba tan mal.

Boggi asintió. —A mi me ha tocado ayudarlo en sus ataques algunas veces, no creo...bueno, me gustaría que no tuvieras que lidiar con eso. Acabas de regresar del hospital...

—¡Estoy perfectamente!— grite en un susurro, sin dejarlo terminar. —Venga, si sucede algo yo puedo ayudar a Iván. No va a pasar nada.

Es cierto que ya me habían puesto algo nerviosa. Pero si quería demostrarles que me encontraba bien, esto me serviría.